Txus Aldaz

Bienvenidos a la realidad… Pablo Muñoz

Parece mentira que este periodista, revise los últimos 80 años de la política en Euskalerria con semejante desfachatez. Se saluda el columnista, quintacolumnista, considerando que lo que piden los presos vascos no es nada «que no se esté ya aplicando a los alrededor de 70.000 presos que pueblan las cárceles españolas».

Es evidente la actitud de menosprecio con estos presos políticos por parte de un periodista nacionalista equiparándolos a una población carcelaria que ni por sus motivaciones ni por su origen tienen nada que ver con nuestros presos.

Además, siendo presos como son, españoles supongo, le molesta que denuncien el plus de venganza y castigo que supone la política de dispersión, ya que no hablan nada o casi nada de reconocer el daño causado, exigencia añade, que se les demandará…, ¡pero si el señor Urkullu anda erre que erre exigiendo a los presos que reconozcan y reparen…, mientras el Estado ni reconoce ni repara y no deja de amenazar y regodearse en sus rehenes políticos!

Parecería más justo y equilibrado tener en cuenta el contexto político de este País por lo menos desde el golpe militar del 36 para analizar la actividad política de ETA y su lucha armada que muchos consideran como violencia reactiva ante la violencia general del franquismo. No se asoma el señor Muñoz a esas sutilezas y advierte «demasiados circunloquios…y demasiada retórica que encubra la crudeza del reconocimiento público del fracaso». O sea, el PNV siempre ha tenido razón, su estrategia política es de inspiración divina y su trayectoria democrática es límpida y nos conduce a la Euskadi libre, soberana y española. Fracaso el de Ibarretxe… y ETA todos sabemos la crean jóvenes del PNV que ante la pasividad y derrotismo de sus mayores primero emprenden una labor de concienciación político-cultural y luego ante la brutalidad de la respuesta del estado activan la lucha armada.

El título del artículo ‘Pasar por el aro’ es otro reflejo condicionado debido al podríamos llamar «síndrome del batzoki»…, si la izquierda abertzale nos llama «koldarrak eta españolak» ahora nos despachamos viendo cómo estos radicales chupan legalidad. ¿Quién está pasando por el aro en este País Vasco maltratado? El momento es lo suficientemente crítico en economía, política, condiciones de vida y expectativas de futuro para la gente joven como para juzgar como un estúpido ‘Pasar por el aro’ el cambio de estrategia que la izquierda abertzale lleva liderando estos últimos años.

¿Sabe alguien en qué consiste la vía peneuvista hacia la independencia de Euskadi? Eso sí que es un tokomotxo que no se lo creen ni los padres jeltzales de la criatura. No conozco el colectivo EPPK, pero el señor Muñoz lo asemeja a un Mauthausen vasco, «férrea disciplina, renuncia a los beneficios penitenciarios, al derecho histórico de todo recluso… salir de la cárcel lo antes posible…, menosprecio y apartheid para los presos y familias que disentían del colectivo, hostigados de manera implacable…».

En fin, acaba el periodista diciendo que «ETA está intentando un final digno, y para ella los presos son un problema…». No creo que ETA considere a sus presos un problema, ETA es sus presos, sobre todo sus presos, nuestros presos… No podía faltar la perla final… «el EPPK ha comenzado… su sálvese quien pueda disfrazado de valiosa estrategia política a sabiendas de que la reivindicación de la amnistía es pura entelequia…». Con amigos nacionalistas como este figura no necesitamos enemigos, con el ímpetu de este patriota no salimos de tercera regional. Y acaba mintiendo como un bellaco…«a pesar de la general indiferencia con que la sociedad vasca sigue el devenir de los casi seiscientos miembros del EPPK…» no dicen eso sino todo lo contrario las contundentes manifestaciones a favor de los presos de Bilbo, Donosti, Iruñea, Gasteiz y toda la geografía de Euskalerria. ¿Se retrata él, retrata a sus patrones…? Lamentable. «Bienvenidos a la realidad…» dice el hombre.

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