José Luis Úriz Iglesias
Exparlamentario y concejal del PSN-PSOE

Carta abierta a Pedro Sánchez. No me defraudes

¿Por qué no puedo militar en el que siento como mi partido, el PSOE? ¿Qué crimen tan abominable he cometido para que eso no sea posible ahora? ¿Cómo es posible si observo que coincidimos en la dirección que has decidido iniciar desde el 1 de junio?

Estos escritos se suelen escribir con pocas o nulas esperanzas de que lleguen a quien se dirigen, pero en esta ocasión vamos a ser optimistas y confiar en que esta vez sí pueda sortear el filtro de los Torquemada de turno.

Apreciado y respetado Pedro, permíteme que te tutee al igual que hice en los dos contactos en persona que tuve contigo, el primero en plena campaña de las primarias 2014 en la sede del PSN. Allí te comenté que a pesar de apoyar a Pérez Tapias asistía para conocer de primera mano tus propuestas.

La segunda fue en la Casa de Cultura de Burlada durante la segunda campaña de primarias después del golpe de estado del 1 octubre de 2016, en esta ocasión contabas con mi apoyo activo y así te lo transmití, al mismo tiempo que mi deseo de que contigo en la secretaría general del PSOE las cosas cambiaran y pudiera acceder a la militancia que me fue arrebata de manera inmoral, con manipulaciones y mentiras.

Recuerdo que ese apoyo fue tan explícito, que fui uno de los impulsores de la reunión que en Noviembre de ese 2016 realizamos en un lugar tan emblemático como el Ateneo de Madrid para impulsar tu candidatura.

Allí gentes de la izquierda del partido como Odón Elorza, Margarita Robles, Josep Borrell, Cristina Narbona, Manu Escudero, Manuel De la Rocha, con apoyos aunque no pudieron estar presentes como Pérez Tapias, Andrés Perelló, o Toni Ferrer decidieron incluso a través de un documento animarte para que te presentaras, justo en un momento en el que las dudas te paralizaban.

A partir de tu decisión afirmativa mi apoyo resultó absoluto, más aún al escuchar que tus propuestas coincidían plenamente con las de aquel «Espíritu del Ateneo» que resultó definitivo para tu victoria.

En Burlada tu respuesta a mi interrogante fue igualmente positiva. Debo reconocer que en esa mirada tuya vis a vis observé sinceridad y te creí. Por esa razón justo al día siguiente de esa victoria me dirigí a la sede del PSN a tramitarla, posteriormente también lo hice a través del sistema informático que pusisteis en marcha.

Entendía que en ese nuevo tiempo que estabas dispuesto a impulsar en el seno del PSOE, teníamos cabida gentes de izquierdas, republicanas, partidarias del diálogo como medio de resolución de conflictos que este país aún tiene pendientes, como las tensiones centro-periferia, o el encaje de Euskadi y Catalunya en una nueva España como Estado Federal Plurinacional, o aquí el tema de la paz definitiva. O que el escollo del «derecho a decidir» se podía salvar con imaginación, audacia y generosidad.

El silencio fue la respuesta. Quizás fui ingenuo creyendo que eso fuera así, quizás entendí erróneamente que se haría justicia conmigo después de una expulsión vil e injusta, a raíz del cohete de inicio de fiestas en Villava-Atarrabia que lancé, acusándome falsamente que se lo había dedicado a Arnaldo Otegi.

Cuestión absolutamente incierta tal y como demostré con pruebas de vídeos y grabaciones de los numerosos medios de comunicación allí presentes y de testimonios de responsables del Ayuntamiento y personalidades asistentes.

Visto desde ahora cuando la figura de Otegi está normalizada, como se demuestra por la última polémica de su foto con el resto de representantes del Parlamento Vasco incluida la líder del PSE, Idoia Mendía, resulta anacrónico y revisable.

Por eso me interrogo y te interrogo Pedro. ¿Por qué no puedo militar en el que siento como mi partido, el PSOE? ¿Qué crimen tan abominable he cometido para que eso no sea posible ahora? ¿Cómo es posible si observo que coincidimos en la dirección que has decidido iniciar desde el 1 de junio?

Te puedo asegurar compañero Pedro que mi absoluta lealtad a mis ideas, ahora que coinciden con las tuyas, me sitúa con una mayor proximidad ideológica a ti que quienes impiden mi entrada.

Apoyo con mis intervenciones en las tertulias en las que participo, o los artículos que publico tu valentía en el momento actual. Considero que en la difícil etapa en la que entra nuestro país, la izquierda, el PSOE y tú necesitáis gentes como yo.

Probablemente tú también lo pienses Pedro, pero en un momento en el que los gestos son importantes sería vital que abras las puertas de tu proyecto a personas de izquierdas, que lucharon contra el franquismo incluso siendo torturadas por miembros de la BPS como «Billy el niño» (por cierto, ¿para cuándo la retirada de sus medallas?), republicanas, que creen que el conflicto de Catalunya se resuelve desde el diálogo, que los políticos catalanes presos deben salir a la calle, que debemos buscar alternativa a la demanda del «derecho a decidir», o que las izquierdas deben ir juntas para poder frenar a una derecha extrema y extrema derecha unidas.

Nos necesitas a tu lado, porque vamos a necesitar a todos y todas en esta dura lucha que nos espera. Necesitas gentes forjadas en el acero de las luchas anti franquistas.

Pero te anticipo una cosa Pedro, aunque no me abras la entrada del partido seguiré apoyándote en la medida que sigas la senda iniciada. Aunque te abandonen muchos por el camino y nos vengan malos tiempos estaré a tu lado.

Ingenuamente termino esta carta esperando tu respuesta. No me defraudes Pedro. No nos defraudes.

Veremos...

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