Jose Mari Vélez de Mendizabal Vélez de Mendizabal

Desacuerdo con medida de desescalada

Mientras no exista un plan consensuado por todos los implicados, directores, profesores, padres y alumnos, personal administrativo y auxiliar, limpiadoras, la legitimidad de la instrucción es nula. La llamada desescalada no solo ha de ser cogestionada entre Gobierno central y Gobierno Vasco, lo que tiene valor para unos también ha de tenerlo para otros, y más si hablamos de la salud de nuestros hijos e hijas.

Ante la obligación impuesta por el Gobierno Vasco, vía Consejería de Educación, de tener que enviar a mi hija a las aulas el 25 de mayo, manifiesto mi absoluto desacuerdo con dicha obligación.

De lo leído en su periódico oficial ("Deia"), resulta que ahora mi hija de 16 años es «adulta».

Igualmente, según ella, «es factible dar clases con seguridad para la salud siguiendo las ‘normas de comportamiento e higiene’ dictadas por el Departamento de Salud». Por lo que, según ella, «Entre esas medidas para evitar contagios se ha decidido impartir clases en un horario intensivo de 5 horas para así suprimir el servicio de comedor, distanciar los pupitres 1,5 metros entre ellos y establecer turnos que eviten aglomeraciones en el patio».

«Será además obligatorio que estudiantes, docentes y resto de trabajadores lleven mascarilla y cada centro deberá organizar entradas y salidas escalonadas y, en el caso de que cuenten con dos accesos, usarlos de manera unidireccional».

Más allá de que no se especifican realmente cuales van a ser esas medidas, ni el para qué de tener que acudir en estas fechas a las clases, sugiere que, según el periódico que recoge sus palabras «Con respecto al próximo curso, Uriarte ha señalado que trabaja con varios escenarios, aunque la decisión final de si se vuelve a clase con total normalidad o con condiciones especiales la tendrá del Departamento de Salud. Ha dicho en todo caso que la recuperación parcial de la formación presencial a partir del día 18 puede servir de ‘ensayo’ para septiembre».

Parece que este es el objeto y objetivo de fondo, al que nos obligan a participar, no la educación ni el bienestar y salud de nuestros hijos e hijas. Pero se esconden en «Se ha decidido por tanto recuperar las clases presenciales únicamente en los ‘cursos más sensibles y críticos’ en los que los alumnos se juegan la obtención de un título o la promoción a estudios superiores» para lanzar esta «yihad» a las aulas y hacernos a todos los involucrados «héroes» del regreso a su pretendida vuelta a la normalidad con este ensayo.

Mientras no exista un plan consensuado por todos los implicados, directores, profesores, padres y alumnos, personal administrativo y auxiliar, limpiadoras, la legitimidad de la instrucción es nula. La llamada desescalada no solo ha de ser cogestionada entre Gobierno central y Gobierno Vasco, lo que tiene valor para unos también ha de tenerlo para otros, y más si hablamos de la salud de nuestros hijos e hijas.

Demasiadas cuestiones:

Sobre las medidas para proteger la salud:

- ¿Alumnos por aula para realmente mantener la distancia de seguridad?

- Entradas y salidas, ¿control de temperatura?

- Aglomeraciones en el exterior del instituto a la espera de entrar, quién lo controla, ¿la Policía?

- Uso de los pasillo. En el que está mi hija dudo que tenga metro y medio.

- Uso de los baños. Cinco horas sin baños no es posible. ¿Cómo se va a gestionar su uso y desinfección?

- Respecto de la metodología.

- ¿Cuántos alumnos por aula? No más del 50% entiendo, ¿cómo en el resto de la sociedad, bares...?

- Si eso es así, qué profesores van a dar las materias y cómo, si lo han de compaginar con la atención online a otros niveles y alumnos?

- Mi hija tiene exámenes online. ¿Se plantea realizar exámenes en ese plazo, más exámenes?

En conclusión, no hay previsión, ni provisión, sino solo el deseo de hacer ese ensayo a costa de los afectados en el mismo.

Por ello, hasta que las condiciones no sean las adecuadas, no veo responsable por mi parte participar en este ensayo.

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