Antxon Illaro, Asier Izquierdo, Eguzkiñe Agirre, Ekaitz Ugarte y Mari José Peleteiro
Concejales de EH Bildu Leioa

El PNV y el PSE de Leioa dan un paso más en la desprotección de los suelos del Monte Kurkudi

La probable aprobación definitiva por parte del Pleno municipal del Ayuntamiento de Leioa del proyecto de reclasificación de un ámbito no urbanizable de Especial Protección para construir un polideportivo privado en la ladera sur del monte Kurkudi tiene una gran trascendencia.

La reclasificación tendrá lugar tras cuatro años de debate y movilización ciudadana. La plataforma vecinal constituida para defender el mantenimiento del carácter protegido de los terrenos, ante el escaso margen para la participación informada ciudadana, organizó una primera asamblea vecinal con asistencia de más de un centenar de vecinos. Con posterioridad tuvo lugar una mesa de debate a la que acudieron cualificados profesionales en derecho administrativo y ciencias ambientales. A esto siguió la publicación de un manifiesto por un urbanismo sostenible en Leioa que recibió el apoyo de más de cincuenta profesores universitarios, exrectores y decanos. Por medio, dos movilizaciones con la participación de centenares de vecinas y vecinos mostraron su desacuerdo ante el proyecto que se pretende llevar a cabo.

Las razones expuestas para justificar el cambio de clasificación del suelo (creación de puestos de trabajo y evitar la degradación del edificio), consideramos que no cuentan con un peso suficiente y no responden a la necesidad de una motivación cualificada para desproteger un suelo de especial protección. Pero es que además se aprobó con una evaluación ambiental que debiendo haber sido realizada mediante el procedimiento ordinario se realizó mediante el procedimiento simplificado.

Tras su envío a la Comisión de Ordenación Territorial de la CAV, se recibió su visto bueno a la espera de que desde la Diputación Foral de Bizkaia se diese la aprobación al plan de movilidad, dada la más que previsible afectación al tráfico en la red foral (corredor de Uribe Kosta y accesos al parque comercial Artea). Por fin llegó el esperado informe positivo de la Diputación, en el cual, pese a reconocer que los estudios enviados adolecen de consistencia y agarrándose como último recurso a la prevista futura construcción del Vial Norte por la misma ladera del monte Kurkudi afectada, se argumenta que «el desarrollo de las previsiones contempladas en el segundo Plan Territorial Sectorial (PTS) de carreteras de Bizkaia, con el nuevo vial Bolue – Universidad, permitirá eliminar los condicionantes anteriores…».

Alguien se puede preguntar cuál es el problema, si los distintos departamentos forales y del Gobierno vasco han aportado informes favorables, por el cual la plataforma vecinal y grupos políticos de la oposición al Gobierno local persisten en su demanda de no modificar la clasificación de estos suelos de especial protección y plantean recurrir a los tribunales. La respuesta es que existen argumentos ambientales, jurídicos y políticos para ello.

En primer lugar, a un proceso de participación ciudadana institucional en el que tomaron parte unas 15 personas, se une la ausencia de una evaluación ambiental estratégica ordinaria, dado el carácter natural protegido de los terrenos, la «fragilidad paisajística» y la calificación de parte de la zona como «suelos de alto valor estratégico». A ello se une que el conjunto de las siete asociaciones que forman parte de Consejo Asesor del Planeamiento se abstuvieron o votaron en contra por falta de información suficiente en tiempo y forma.

Además, a nadie se le escapa que todas las instituciones intervinientes en el proceso están gobernadas por los dos partidos políticos que forman el Gobierno local de Leioa (PNV y PSE). Se podría objetar que los informes son «técnicos» de no ser porque detrás va la firma de cargos políticos, algunos de ellos amonestados por la propia Comisión de ética del Gobierno Vasco.

Para terminar, no se puede dejar de señalar que la desprotección de un suelo calificado de protección especial solo puede llevarse a cabo cuando de forma razonada se justifica que el daño causado al medio ambiente responde a un interés público de causa mayor, y evidentemente, la construcción de un polideportivo privado no lo es.

Así que podemos augurar que hoy no terminará nada, sino que dará comienzo una nueva fase donde, de nuevo, con la concienciación, la movilización y el recurso judicial seguiremos peleando por un Leioa que afronte la grave crisis climática que ya se ha instalado entre nosotras con decisiones políticas acordes a la misma.

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