Manuel Millera
Miembro de Attac Navarra-Nafarroa

El TTIP: un grillete implacable

El Acuerdo Trasatlántico de Comercio e Inversión es el nuevo tratado que se está negociando entre la UE y Estados Unidos desde junio 2013, para crear la zona de libre comercio mayor del mundo. Tienen intención de culminarlo a final de 2014. No son unas siglas más. Para la ya exprimida ciudadanía es un vueltón de tuerca con puntos de soldadura.

Se produce ahora por la pérdida de poder de ambos frente a las economías emergentes BRICS, sobre todo China, que se perfila desde hace tiempo como el nuevo dragón planetario. Las opacas negociaciones tienen mucho secretismo hacia la población y están muy influenciadas por los mayores lobbies, (http://www.rebelion.org/docs/165794.pdf) los mismos que en Bruselas tienen a unos 25.000 profesionales revoloteando frente al Parlamento Europeo, y 2 o 3 personas dedicadas en exclusiva y con seguimiento opusiano, para cada congresista yanki. (Más información http://rosalux-europa.info/userfiles/file/TTIP_ES.pdf).

Cuatro días antes de las elecciones europeas del 25 de mayo, más de 120 organizaciones sociales de toda Europa denunciaron el proyecto por lo que supone de ataque frontal contra la democracia, que se halla en la UVI, con respiración asistida. En el Estado español, los partidos del régimen PP, PSOE, más UPyD, CiU y PNV, lo han apoyado. Este acuerdo elimina o iguala a la baja decenas de derechos sociales, laborales y ambientales que han costado años conseguir, mediante la introducción de normas que afectarían a más de 3.000 acuerdos comerciales, posibilitando a las multinacionales el demandar a los gobiernos ante parciales tribunales internacionales, si consideran que hay un detrimento de los beneficios económicos previstos. No hablo de pérdidas, basta con no alcanzar las ganancias precalculadas. Quieren eliminar cualquier barrera. Según J. Anastasio Urra, los principales ámbitos son:

1) Derechos laborales. Se trata de «armonizar» las normas laborales europeas con las estadounidenses, mucho más laxas y liberales, dividir a los trabajadores y trabajadoras, restar poder sindical y eliminar el derecho de huelga.

2) Protección medioambiental. Dado que se pretende el aumento de la producción, del comercio y del consumo, ello conllevará la aceleración del agotamiento de los recursos naturales y una mayor polución industrial, lo que será una estocada fatal al planeta. Como lo es la libre práctica del fracking o fractura hidráulica, extendida a Europa.

3) Agricultura y consumo. Entrada sin cortapisas de los alimentos modificados genéticamente (OGM), los transgénicos, o las carnes tratadas hormonalmente con productos químicos nocivos o cancerígenos. Una competencia desleal desde los productos de EEUU a las granjas europeas. Algunas voces hablan del fin a la denominación de origen.

4) Sanidad y Salud. Armonización a la baja sobre patentes respecto a medicinas y productos de la salud, que encarecerán su precio. Llegarán unos 30.000 productos químicos de EEUU, actualmente prohibidos en la UE, asociados al incremento de cáncer mamario y testicular, infertilidad masculina, diabetes y obesidad.   

5) Sistema financiero y servicios públicos. La UE deberá liberalizar y desregular todos los servicios, los públicos y los financieros, para que la libertad del mercado sea total, se desmantelarán los servicios públicos para privatizarlos; por la ley del máximo beneficio privado, dejando a la ciudadanía y a los estados sin defensas contra nuevos y costosos rescates futuros.

6) Derechos de propiedad intelectual-DPI. Los gigantes de Hollywood y Silicon Valley argumentan que el refuerzo de los DPI protegería a las compañías de la piratería y estimularía la innovación y el progreso, trayendo crecimiento económico y bienestar. Pero ello podría conllevar una mayor restricción al acceso al conocimiento, debilitar la innovación, y aumentar la entrada de las corporaciones a la información personal ciudadana, a expensas del derecho a la privacidad, y la protección de datos; es decir, menor libertad de expresión a través de una menor libertad digital.

7) Mecanismo de regulación de disputas entre inversores y estados-ISDS. Las corporaciones persiguen garantizarse más derechos que las personas físicas, más restricciones sobre la expropiación o la libre transferencia de fondos. Se garantiza la seguridad jurídica de los inversores.

8) Soberanía. Los gobiernos electos la pierden a favor de organismos totalmente arbitrarios. Se introducen elementos disuasorios para las políticas que contravengan los intereses de las multinacionales.

Desde Attac llamamos a partidos, sindicatos, colectivos, organizaciones ciudadanas, movimientos sociales y a todas las personas a concienciarse sobre la gran importancia de este tratado, a confluir para compartir los datos, a juntarnos para hacer una campaña pública a la vuelta del verano y a salir a la calle una vez más en defensa de nuestros derechos, nuevamente vapuleados. Nuestro objetivo también debe ser, según nuestra opinión, llevar el debate a todos los foros posibles, incluidos, por supuesto, ayuntamientos y parlamento.

Nos van a vender el TTIP como la moto más bonita y moderna que nos llevará al futuro ideal, pero no les crean. Si se fijan bien, observarán que no tiene ruedas. ¿Vamos a comprarlo? Por mucho que giremos y apretemos el manillar con cara de velocidad, en el atasco del capitalismo estaremos tan sujetos a la moto, como el tren a sus raíles. Un grillete implacable.

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