Manu Maestre Urruela - José Ramón Otegi Olaso
Zalla Bai - Plataforma Zero Zabor Bizkaia

El vertedero de Zalla arde por tercera vez en los últimos meses

El pasado 31 de octubre se produjo un nuevo incendio de importantes dimensiones en el vertedero de Las Lagunas que la empresa Cespa explota en el municipio de Zalla, el tercero de estas características que se sucede en poco más de tres meses. El siniestro se inició sobre la media noche y no pudo ser sofocado por los bomberos hasta bien entrada la mañana. A principios de octubre, otro incidente por la pérdida de la carga de un camión que se dirigía al vertedero obligó a cortar un vial en la carretera de acceso al barrio de Gallardi durante más de dos horas.

De momento, no se ha informado de la causa de este tercer incendio, y es posible que nunca lleguemos a conocerla dada la escasa credibilidad de las versiones oficiales que han facilitado en anteriores ocasiones tanto el Gobierno Vasco como la empresa Cespa. Tampoco el Ayuntamiento de Zalla, gobernado desde mayo por PNV y PSE, ha sido precisamente un ejemplo de transparencia en este sentido. De hecho, ha llegado antes el tercer incendio de la legislatura que las repuestas a las preguntas que planteó la oposición en el pleno se septiembre. Así las cosas, las interrogantes siguen en el aire. ¿Qué está pasando en el vertedero? ¿Cuáles son las causas que están provocando los incendios?

Escorias de Zabalgarbi

Justo después de las elecciones municipales de mayo de 2019, tuvimos conocimiento de que el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco concedió un permiso a Cespa para realizar una prueba experimental en la planta de Las Lagunas, con el fin de valorizar 30.000 toneladas de escorias procedentes de Zabalgarbi, prueba que, para más inri, se inició sin la pertinente licencia municipal.

Pero la controversia por la llegada de este tipo de residuos a Zalla no es nueva. A principios de 2014, el Ayuntamiento tuvo constancia de que se estaban depositando escorias procedentes de la incineradora de Zabalgarbi en el vertedero de residuos no peligrosos de Las Lagunas. Ekologistak Martxan denunció esta práctica ante el Departamento de Medio Ambiente del Gobierno Vasco, el cual reconoció que las escorias no debieran haberse depositado en la planta de Las Lagunas por la superación de uno de los límites de admisión.

En abril de 2014, el Consistorio encartado, gobernado entonces por Zalla Bai, presentó un recurso de alzada contra la Autorización Ambiental Integrada (AAI) del vertedero, pidiendo el cierre del mismo y, en caso de no admisión del recurso, la interrupción inmediata del vertido de escorias de Zabalgarbi. Las razones para presentar este requerimiento eran, entre otras, la irregularidad del vertido de escorias y el riesgo de incendios-explosiones, puesto que en el vertedero se generan gases de efecto invernadero (metano) que no estaban teniendo el tratamiento adecuado exigido por la AAI, cuya caducidad ya había sido solicitada anteriormente sin éxito por el equipo de gobierno de Zalla Bai.

En el verano de 2018, Ekologistak Martxan advirtió de que la toma de muestras para los procesos de caracterización de las escorias, en la que se basan todos los tratamientos posteriores de estos residuos, se estaba realizando por una empresa que no tiene acreditación ENAC para efectuar esa labor, lo cual supone una grave irregularidad. Sin embargo, en un alarde de irresponsabilidad y de deslealtad institucional, ni Medio Ambiente de Gobierno Vasco, ni la dirección de Zabalgarbi, ni el Departamento de Sostenibilidad y Medio Natural de la Diputación, que dirige la zallarra Elena Unzueta, se dignaron siquiera a responder a los sucesivos requerimientos oficiales del anterior equipo de gobierno de Zalla Bai demandando explicaciones sobre esta cuestión. A este respecto, cabe indicar que las escorias procedentes de la incineradora —que dependiendo de si superan o no determinados parámetros se califican como residuos peligrosos o no peligrosos— pueden ser, sin duda, uno de los posibles desencadenantes de los incendios acaecidos en el vertedero.

 Preocupación ciudadana

Este tercer siniestro tiene lugar en un momento de creciente malestar entre los vecinos del municipio, que han denunciado el considerable incremento del número de camiones que acceden diariamente al vertedero en los últimos meses. En este sentido, algunos testimonios han alertado del tránsito de transportes especiales en dirección al vertedero, de la subida de vehículos durante la noche e, incluso, de la presencia de algún camión procedente de Europa Central. Es cuando menos sospechoso que este notable aumento del número de vehículos que acceden al vertedero coincida con el cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Zalla. ¿Acaso este mayor flujo de camiones obedece a que se está permitiendo la entrada de vehículos con un tipo de residuos que no se atrevían a depositar cuando gobernaba Zalla Bai? Ante la falta de explicaciones por parte de quienes pueden y deben ofrecerlas, algunos vecinos en el pueblo se preguntan también qué es lo que se está depositando en la planta de Las Lagunas para que a ciertas empresas de lejana procedencia les merezca la pena transportar sus residuos hasta Zalla.

Entre tanto, el nuevo equipo de gobierno municipal liderado por el PNV ha solicitado al Ejecutivo de Gasteiz que exija a CESPA las medidas extraordinarias que sean necesarias para garantizar la seguridad en el vertedero, al tiempo que ha pedido que se establezca un retén permanente de vigilancia antiincendios en la planta de Las Lagunas. No obstante, desde la asociación vecinal se califican estas solicitudes de «mero postureo de cara a tranquilizar a la opinión pública. Poco podemos esperar de quienes como PNV y PSOE, además de traer el vertedero a nuestro municipio, se negaron a aprobar una moción apoyada por Zalla Bai y EH Bildu para reclamar a Medio Ambiente un control exhaustivo de la planta de Las Lagunas. El problema no se va a solucionar colocando un retén permanente para apagar posibles incendios mientras se siguen depositando residuos que no deberían ser admitidos y que son susceptibles de provocar nuevos siniestros», subrayan.

Donde manda capitán…

La problemática generada por el vertedero y por la contaminación de la empresa Glefaran provocaron un fuerte desencuentro entre el Departamento de Medio Ambiente del Ejecutivo autónomo y el anterior Ayuntamiento dirigido por Zalla Bai. A priori, el hecho de que ahora tanto el Gobierno de Gasteiz como el de Zalla tengan el mismo color político tendría que servir para que ambas instituciones cooperasen en la búsqueda de soluciones a estos problemas medioambientales. «Lamentablemente, no creemos que la situación vaya a mejorar, todo lo contrario, ya que el Ejecutivo vasco ha demostrado sobradamente que antepone los intereses de estas empresas a la defensa del medio ambiente y la salud». Señalan desde la plataforma vecinal «que donde manda capitán no manda marinero y ya saben quien esta actualmente en Gasteiz».

«Hay que recordar, además, que el vertedero está situado en un monte de utilidad pública, es decir, en un espacio con un cierto grado de protección gestionado por la Diputación de Bizkaia. No hay ni ha habido nunca razón alguna para justificar su utilidad pública ni su ubicación en un entorno de este tipo. Sin embargo, el ente foral lo autorizó en su día, y difícilmente va a reforzar ahora su control sobre el impacto del vertedero en el monte, máxime teniendo en cuenta que la diputada responsable del área no es otra que Elena Unzueta, quien en su día era teniente de alcalde del Ayuntamiento de Zalla cuando esta institución dio luz verde a la instalación del vertedero», concluyen.

Es urgente y necesario clarificar el origen y causa de estos incendios.

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