Igor Estarellas Lacasa

Eskola 2.0.19 ó el ignorante digital

Aquí, en Bilbo, un centro público obliga a las familias a comprar un portátil de Google con una minipantalla, que seguramente tiene riesgos como la miopía, el déficit de atención, ansiedad y alguna que otra cosa más.

El 15 de mayo de 2017 denunciábamos, a través del artículo compartido "Eskola 2.0.17 o el mito de la educación de calidad 2.0", el devenir de la educación pública y proponíamos una herramienta de bajo coste para reducir las brecha digital, pidiendo además de una reflexión la orientación de nuestro sistema educativo.

Hoy en 2019, que estamos en plena campaña de prematriculación para la educación pública que acaba el 8 de febrero, nada ha cambiado. El pasado miércoles 30 de enero, tercer día del plazo, tuvimos jornada de puertas abiertas en el instituto de San Adrián para conocer la actualidad.

En dicho instituto, nos informaron vagamente de Heziberri 2020 y el modelo educativo del centro. En este centro cada alumno o alumna tiene un ordenador propio y solo trabajan con libros digitales. A preguntas realizadas al respecto, el director del centro opinó que no era el momento de entrar en detalles sobre como se gestiona todo esto. Nos pedía un acto de fe, su modelo, probado a lo largo de dos cursos escolares, demostraba ser más efectivo que el anterior (según él y dada la escasa información facilitada). El futuro alumnado estaba "hypeado" con el ordenador.

La realidad es que el centro no es capaz de gestionar lo que proponen con el apoyo del Gobierno Vasco. Por ello, colaboran con una empresa privada, que es la que les permite gestionar su modelo. Es decir, tienen un modelo ingestionable por el Gobierno Vasco, según manifestaciones realizas por el director del centro. El Departamento de Educación del Gobierno Vasco demuestra una vez más su falta de profesionalidad, no sabiendo gestionar los modelos educativos elegidos por sus centros.

Mientras en Silicon Valley las criaturas de Google estudian en colegios sin tecnología, aquí compramos sus soluciones educativas sin mirar a los lados.

Aquí, en Bilbo, un centro público obliga a las familias a comprar un portátil de Google con una minipantalla, que seguramente tiene riesgos como la miopía, el déficit de atención, ansiedad y alguna que otra cosa más. Se tienen que comprar a la empresa privada elegida por el profesorado. Los libros de papel se han desechado, abriendo el camino a los libros digitales que se encuentran en en pleistoceno digital; siendo míseras copias del libro de papel con algún enlace multimedia. Las mismas editoriales que han elegido avisan que el libro digital no es sustituto del papel, que es solo una herramienta de apoyo. En cambio, para este centro en cuestión, esto supone evitar peso en las mochilas del alumnado, aunque tengan que renunciar a una realidad HD a cambio de un monitor de 11,6 pulgadas.

Creo que este ejemplo, además de demostrar el analfabetismo digital del departamento de educación, demuestra el beneplácito del Gobierno Vasco por políticas privatizadoras. Políticas que permitan entregar pequeñas parcelas del sistema educativo público a empresas privadas.

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