Isidoro Berdie Bueno
Profesor doctor Ciencias de la Educación, Historia y Filología Inglesa

Estado versus Mercado

El Mercado puede provocar injusticias expulsando a los más débiles de la economía, a los que no pueden aportar nada por estar enfermos o «handicapped»

Permítaseme como introducción a este apartado que, por lo árido del tema, lo suavicemos y endulcemos con una referencia a los Diálogos de Platón, concretamente ‘‘El Banquete’’, al hablarse del Amor Sócrates cede la palabra a Diotima, sacerdotisa consagrada a la diosa del Amor y de la Vida. La vida es el fruto del amor, por eso Diotima será la más indicada para disertar sobre ese tema. El Amor es entrega y siempre devuelve lo que se le da.

En el caso nuestro de Mercado, Diotima es el doctor en Económicas ... miembro de este colectivo socrático y libertario de Zaragoza. Su hija está en el salón haciendo los deberes en una gran mesa, por lo que opta para realizar nuestra video llamada, desde el cuarto de baño, donde se ha refugiado para no molestarla. ¡Qué se sepa quién manda en la casa!

Él como economista, otro del colectivo como filósofo y servidor como historiador vamos a dar comienzo a nuestro Banquete. El filósofo nos propone seguir la dialéctica hegeliana, de tesis, antítesis y síntesis hegeliana, porque como ya se ha dicho en otros artículos, la dialéctica en el marxismo no existe, es una entelequia, un ennte de razón, o en román paladino una temenda trola. Porque el marxismo por su dogmatismo no permite el paso ni la presencia de la antítesis, no ha lugar a la discrepancia, pues se cree en posesión de la verdad, es dogmático, jamás se llega a la síntesis con ellos.

Para los profanos en filosofía diríamos en román paladino, que Tesis sería la presencia, el aquí mando yo. La Antítesis se te ha pasado el turno, y la Síntesis la concordia. Nuestro filósofo, soltero, con siete décadas de edad, en su tiempo libre práctica tobogán que él mismo se ha construido y como hobby zahorí, haciendo leal competencia al doctor Modernidad de la EHU.

Nuestro economista es casado, su prioridad es la familia y después el trabajo y amigos. Hobby los computadores y todo lo relacionado con el campo de la Informática, de hecho su esposa a menudo le dice que tenía que haber estudiado Ingeniería Informática.

Este doctor economista nos dice, en primer lugar, el aspecto positivo. El mercado se guía por la oferta y la demanda, amén de la información que provee el sistema de precios. Cuanto más libres sean esos precios y menor la intervención del Estado, tanta más eficiencia hallaremos en el funcionamiento del Mercado. Pero ¡ojo! cierto que hay una cierta tendencia hacia el monopolio, dado que las empresas ganan más siendo monopolísticas que siendo competitivas, y el mercado por si mismo no puede curarse de esa lacra o enfermedad, por lo que tendria que ser el Estado quien lo curara.

Otro importante tema que debería ocuparse el Estado es la regulación del medio ambiente, sacar normas y leyes que lo protegieran de los predadores que lo atacan y contaminan. Selva amazónica, plásticos, polución industrial y ensayos nucleares. Por eso juzgamos que este tema, aunque de Estado, sobrepasa el ámbito nacional y se convierte en tema supranacional. Si un país tiene mucho ecologismo, y el vecino no la cumple, lo que el uno limpia el otro ensucia, y esta regulación de la que hablamos tiene que cumplirse a nivel mundial, porque sino los países cuyos productores sí las cumplen se verían perjudicados por otros mercados cuyos productores no las cumplen, ya que los productos de estos últimos resultan más baratos que los de los primeros, y eso supone una desventaja competitiva.

Pero un Estado muy grande nos llevaría a una burocracia muy cara, con un objetivo principal que sería la de sobrevivir, mandar cada vez más y crecer, crecer con incentivos propios apuntando a hincharse, de manera «elefantiaca» y fuera de control (Vid. liberales del siglo XXI).

El Mercado puede provocar injusticias expulsando a los más débiles de la economía, a los que no pueden aportar nada por estar enfermos o «handicapped». En economía de mercado, cada uno se llevaría en funcion de lo que cada uno haya aportado. El papel que se atribuye al Estado, una de sus funciones, será tratar de paliar y suavizar esas posibles injusticias de un mercado sin contrapeso o de un mercado totalmente libre. Claro, el problema no está claro hasta qué punto debe llegar el Estado, el unto extemo obviamente sería el Socialismo, que iguala a todos pero en la pobreza: Cuba , Venezuela, Corea del Norte, etc.

Pero, aún los economistas más liberales están de acuerdo en que hay determinados bienes y servicios que el mercado no puede proveer de forma eficiente, cual son: Justicia, Defensa Nacional, Sanidad (que no se muera uno en la calle por no tener dinero), una Educacion General Básica, etc. El problema es cuantificar esos mínimos, pues llevados a un caso extremo, entraríamos de pleno en la economía socialista.

Las virtudes que los socialistas atribuyen al Estado, los liberales (Adam Smith) se las atribuye a la Mano Invisible ‘‘The Invisible Hand’’, esta actúa garantizando el beneficio (los ingleses distinguen entre «benefit» y «profit», el primer beneficio sería legal, en el segundo habría lucro) y la utilidad individual, de manera que todos obtengan la mejor situación colectiva de beneficio y utilidad, en cierto modo, actúa como un moderador virtual.

No podemos terminar estas líneas sin hacer alusión a dos economistas: el francés Piketty, fan del Estado, y al argentino Javier Miley, fan del Mercado, «anarco capitalista», como él mismo se define. Piketty, hoy de moda, clara fotocopia de Marx y de su Estado vampiro, conociendo al maestro, poco más nos puede aportar el alumno, por ello lo que este último nos pueda decir, nunca nos abriría la ruta occidental hacia las Indias, ni lograría dar la vuelta al mundo como Elkano. El citado economista francés ha tenido éxito en los campos socialdemócratas y «progres» del mundo, especialmente en las universidades americanas, que amén de la prensa son todos de Obama.

Piketty habla de que hay más desigualdad que nunca, tambien hay más moviles y tablets que nunca, y sobre la desigualdad acabará por hundir al sistema capitalista, nos recuerda a Marx cuando decía que el capitalismo caería fruto de sus propias contradicciones, pero quien en realidad cayó con el muro de Berlín fue el Socialismo/Comunismo.

El siguiente caso real resulta muy esclarecedor. En una clase de universidad en EEUU, dado que la mayoría de alumnos eran de ideas Socialistas/Colectivistas, el profesor les ofreció el siguiente pacto o propuesta: si estáis de acuerdo, en el siguiente examen os pondré a nota media de la clase, con el fin de que todos seáis iguales y así se cumplió. Los buenos estudiantes se vieron perjudicados, mientras los deficientes tuvieron una nota más alta, burlándose y vanagloriándose de haber progresado sin haber realizado ningún esfuerzo.

En el examen siguiente sucedió que un número mayor de estudiantes decidieron no estudiar, por lo que la nota general fue más baja. Al final de curso, por esta dinámica, todos los alumnos suspendieron, faltos de incentivos individuales, todos habían dejado de estudiar, y la igualdad había venido, pero por abajo, en la pobreza, claro ejemplo del socialismo.

Tras esta experiencia, los alumnos pidieron al profesor la vuelta al sistema anterior de calificación. Este, dentro de una filosofia liberal que lo permitia, pudo hacerlo pero en una dictadura socialista hubiera habido patíbulos. (Continuará).

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