Koldo Delgado Montoro

Falta de accesibilidad en las paradas de Bilbobus

Como conductor de Bilbobus y usuario habitual en las líneas que discurren por Bilbao, llevo por desgracia, constatando, al igual que muchos compañeros de trabajo, las pruebas olímpicas diarias a las que se tienen que enfrentar usuarios de Bilbobus con carritos de bebe o personas de movilidad reducida. El acceso o descenso desde o hacia las unidades de Bilbobus desde las paradas habilitadas es una auténtica odisea, ya que es algo demasiado habitual que estén ocupadas por algún turismo. De esos turismos en los que los propietarios se excusan en que «solo es un minuto», quizás no sean conscientes que ese «minuto» puede significar que un familiar suyo de avanzada edad tropiece y se rompa la cadera debido a que el autobús no puede arrimarse a la acera por ese turismo. Que a la persona de movilidad reducida haya que sacarle la rampa en medio de la carretera porque está ese turismo de «solo es un minuto». Voy a cumplir cerca de 20 años trabajando en Bilbobus y tengo la desagradable sensación que cada vez hay un mayor pasotismo a respetar las paradas de los autobuses, bien por algunos conductores o bien por parte de la autoridad municipal, porque, de lo contrario, no llego a comprender esta situación. Desde nuestro puesto de trabajo podemos comunicar a nuestros responsables directos del estacionamiento de un vehículo o varios que ocupan la parada del autobús, ellos pasar aviso a quien corresponda y permanecer el vehículo o vehículos aparcados en el mismo sitio varias horas e incluso como he constatado yo personalmente varios días y aquí no pasa nada...

Se hizo un gran eco informativo relativo a unos vehículos de Bilbobus que iba a sancionar a conductores aparcados en las paradas, pero solo fue eso, un gran eco informativo, ese vehículo pone menos multas que el radar de velocidad de Cuzco. Por otra parte, soy testigo que desde el mismo servicio de Bilbobus no es que se faciliten las cosas, ya que parece que no hay ningún tipo de comunicación entre los responsables de la colocación del mobiliario urbano y los responsables de la accesibilidad en las paradas. No debemos olvidar que para arrimar un vehículo tan largo tenemos que invadir un poco la acera de la parada, con la parte delantera del vehículo y su retrovisor delantero y en muchas ocasiones existen papeleras, postes informativos, bancos, contenedores y todo tipo de objetos que nos impiden un correcto posicionamiento en algunas paradas. Por último comunicar a los responsables de la adquisición del último modelo eléctrico que los usuarios con dificultades de movilidad nos comunican muy a menudo que los asientos están excesivamente altos para ellos, sobre la estrechez de la puerta delantera es de juzgado de guardia, ¿el autobús? Muy bonito, sí, se parece al modelo del tranvía, pero nada más.

Espero que este texto despierte la conciencia a más de uno y seamos todos un poco más atentos con las personas de movilidad reducida, nos lo agradecerán a todos.

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