Francisco Espinosa Martín
Politólogo y concejal del Ayuntamiento de Huarte por la candidatura de unidad popular Cambiando Huarte/Uharte Aldatuz

Gobernando para los de arriba

Estarán conmigo en que semejante despropósito, sin duda, clama al cielo y da fiel imagen de unos representantes políticos que más que para resolver problemas están para reproducirlos.

En su defensa a ultranza de la supervivencia de Areacea, en esa absurda tozudez por «salvar al soldado Ryan», las distintas corporaciones que se han ido sucediendo a lo largo de las últimas legislaturas en el Ayuntamiento de Huarte se han dedicado, no ya sólo a dilapidar el dinero público y a condenarnos a décadas de deuda ilegítima, sino, sobre todo, a quebrantar la confianza de las y los huartearras en las instituciones municipales y en sus representantes; unos representantes que, a base de mentir por vicio, de tomar acuerdos que nunca cumplen y de ser incapaces de satisfacer las demandas de la ciudadanía, llevan lustros conspirando contra la mayoría social y atentando contra los intereses de las clases populares.

Veámoslo. Así arranca el programa con el que Bildu concurrió en 2015 a las elecciones municipales y con el que consiguió la alcaldía: «20 años intentando hacerse pasar por independientes (Grupo Independiente de Huarte), pero aplicando políticas de derechas. Como en Iruñea y Madrid, han practicado en Uharte la especulación inmobiliaria y han favorecido a los suyos, olvidándose de las necesidades de la mayoría. Han dilapidado millones de euros en proyectos faraónicos injustificados como el CACH, el Cubo-Spa, el Artic o el Foro Europeo y lastrado al pueblo con una deuda que ya no se puede seguir ocultando con artimañas contables. ¿Te imaginas Uharte hoy si en lugar de haberse malgastado más de 20 millones de euros en caprichos se hubieran invertido en servicios y dotaciones necesarias?».

Añado a continuación, no obstante, unos datos demoledores, a fecha 1 de mayo de 2018, que dejan en evidencia tanta falsedad por parte de Bildu:

De los 639 socios del Spa-sport sólo están empadronados en Huarte 225. O sea, el 65% de las y los socios que se benefician de las instalaciones (2 de cada 3) son vecinas y vecinos de otros municipios que no pagan sus impuestos en Huarte.

De las 763 personas abonadas al polideportivo de Ugarrandía y que han contratado además el bono Spa-sport/Hielo la gran mayoría pertenecen a los tramos de renta más altos. Con lo cual, sólo 1 de cada 7 de las y los huartearras (que, para más inri, son los mejor posicionados económicamente) disfrutan del complejo deportivo de Itaroa.

Mantener abierto el Spa-sport implica un déficit diario de más de 1.000 euros (domingos y fiestas de guardar inclusive).

Es por eso que el esperado cambio en Huarte ha traído más de lo mismo, pero peor: La continuidad con las políticas de derroche y vaciamiento de las arcas públicas, el seguir regalando a los bancos –vía intereses– cientos de miles de euros, el favorecer a empresas privadas que hacen su negocio a costa de ventajas particulares y de explotar a los trabajadores o, agárrense, algo tan rocambolesco y elitista como subvencionar un servicio de estética donde se ofrecen masajes de media hora por 24 euros (no sé yo cuántas personas de la localidad se podrán permitir pagar esa cantidad por 30 minutos de relajo, sin embargo ahí queda el dato).

¿Qué se puede esperar entonces de un equipo de gobierno que subvenciona un centro de belleza, mientras más de 40 viviendas públicas siguen alquilándose a familias humildes a precios de mercado?

Para intentar paliar el menoscabo que supone el Spa-sport, y puesto que el dinero no crece en los árboles, el próximo paso será subir las tasas, los precios y los impuestos a toda la población (tanto a las rentas altas como a las medias, a las bajas y a las muy bajas). ¿Rentabilidad social o estafa social? ¿Redistribución de la renta o beneficiar a quien menos lo necesita? Juzguen ustedes mismos.

En cualquier caso, la necesidad de dinero en efectivo que tiene Areacea es tan acuciante que ahora pretende vender a toda prisa uno de sus apartamentos (es decir, de nuestros apartamentos, de los apartamentos municipales y que pertenecen, por consiguiente, a todas y todos los huartearras), pero como en el plazo de un mes no ha aparecido todavía ningún comprador, se ha optado por rebajar el precio de venta en 11.000 euros. ¡Un descuento de 11.000 euros cuando el mercado de la vivienda ha entrado otra vez en fase de revalorización! Estarán conmigo en que semejante despropósito, sin duda, clama al cielo y da fiel imagen de unos representantes políticos que más que para resolver problemas están para reproducirlos.

Que Bildu y GIH hayan acabado en la misma trinchera posibilitando la continuidad de las instalaciones deportivas de Itaroa y de su eterno déficit no es nada sorprendente, ya que ambos son responsables a partes iguales de la precaria situación económica de nuestro Ayuntamiento, pues, no en vano, se han ido turnando en la presidencia y la vicepresidencia de Areacea y conocen de primera mano todos sus vericuetos y zonas oscuras. Y es que Dios los cría y el aire los amontona.

Por cierto, a estas alturas del año continuamos aún con los presupuestos de 2017 prorrogados y sin, tan siquiera, haberse proporcionado a los grupos políticos municipales un primer borrador de los de 2018. Con gobernantes así quién quiere enemigos.

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