«Gu geurera», nosotros a lo nuestro
Euzkadi. Sin duda alguna ser el líder en este país supone riesgos, pues nada es para siempre si no se transita la idea de una foto fija a una secuencia que no se detiene su curso hacia el mañana, siempre con un horizonte que nunca podremos alcanzar, pero que nos da esperanza en la liberación nacional y social de nuestra patria. Tenemos una historia, tanto del país, como pueblo, como de la herramienta que el Maestro, Sabino Arana, nos legó, que a diferencia de otros, en vez de tener razón se puso a laborar para convertir su razón en vida, a través de una organización que pudiera hacer viable ese proyecto nacional. Como el Señor de las alturas, hecho hombre en Galilea, su vida pública duró apenas dos lustros, una década. Y después llegaron mujeres y hombres que fueron acompañando esa chispa inicial de vida del proyecto nacional jeltzale. Al que muchos han querido atizar, buscando derribar su realidad. Es por eso que el eje de debate no puede traspasarse a aquellos que lo que quieren no son los temas de debate que nos atizan, sino desvelar que su contenido es que quieren erradicar el JEL de tierra vasca. Y, aunque pueda sonar mal, tienen derecho a intentarlo. Como a nosotros seguir haciendo apostolado del JEL por ser la mejor herramienta para la construcción nacional y el avance social de nuestro pueblo: Euzkadi.
Patria libre de gente libre. Somos un país pequeño, pero es el nuestro y por eso es especial para nosotros. Poner las cosas en su sitio y en orden como se llaman las cosas es imprescindible. Es triste de ver como haces un noble intento de iniciar una mesa de diálogo sobre Salud y te dice el primer sindicato del país, ese que criaste tú, y que se nutre de tus afiliados, que dice que no va a comparecer ni siquiera a la primera reunión. Ese que de tapadillo y con nocturnidad se vanagloriaba en el contacto con los funcionarios de algunos ayuntamientos en su tablón de anuncios privado de los avances en materia de pensiones y de planes de pensiones negociados y arrancados de las frías manos de Montoro y de Rajoy, para despecho de algunas hoy viudas desconsoladas de la derecha española. Y cuando es hacia la izquierda a quien hay que buscar arrancar esos acuerdos tenemos a nuestros supuestos hermanos en la matriz de la contradicción primaria y secundaria del marxismo, siendo aliados fieles del Gobierno de Sánchez, aun cuando eso pueda suponer invasión competencial, obligando al grupo vasco a desviar recursos humanos y materiales para atajar esas vías de agua provocadas por otro grupo que se dice abertzale. Y más allá están unos que se dicen navarristas que en vez de defender el fuero se preocupan, con razón, del roto que les metió el PP en las generales y las europeas. Pero presentan listas municipales, ambos, en más de 70 municipios en Navarra, mientras nosotros... suspiros y a rezar el rosario. Hasta la aurora.
Suele decir Xabier Ormaetxea que la aportación de Jose Antonio Aguirre y Lekube, futuro primer lehendakari de Euzkadi, en su vertiente social-empresarial, y después en lo institucional, entronca muy bien en el encaje que va desde la rerum novarum y la doctrina social de la Iglesia, del papa León XIII al doble pilar del estado de bienestar de la postguerra europea, entre la democracia cristiana y la socialdemocracia. Un eje compartido donde podemos ver esa preocupación social y nacional, dos caras de la misma moneda, siempre en el pundonor jeltzale por la preocupación de la patria y de sus gentes. El panorama de 2024 no es más desolador que en otros tiempos. Son momentos diferentes con actores alrededor distintos. Lo que corresponde es volver a retomar las bridas de los temas a debate. Que el eje de los asuntos a tratar tengan pauta en Sabin Etxea. Y la renovación constante de agua de la vieja fuente de siempre que proporciona la Asamblea General, a abrir tras el próximo muy especial Alderdi Eguna, permitirá a la afiliación de EAJ-PNV retomar una vez más el camino del katea ez da eten, con la idea, ya probada, del banco de pruebas nacional, desde abajo hacia arriba, donde lo patriótico es reconocer los problemas existentes (un dafo, sin ir más lejos), y a partir de ahí, buscar su solución, con proyecto, programa, bicefalia, distribución de tareas, con el gobierno encargado de esa gestión tan necesaria e importante, no solo mirando en el día a día, y el partido con las luces largas, mirando más allá de una generación. Complemento donde no es necesario reinventar la Coca Cola una y otra vez, pues casi todo ya está inventado, y EAJ-PNV ha sabido hacerlo bien múltiples veces. Y ahora seguro que no será una excepción. Por eso hay que evitar centrarnos en lo que los demás quieran que seamos. Que muchos aparentando querernos bien no nos quieren nada. Seamos nosotros mismos. Jugando a nuestro estilo, destilado, depurado, adaptado a los rivales del momento y de esta hora en la historia, sí, correcto, pero desde la claridad que ofrece el entender quienes somos y que hacemos, y eso no es otra cosa que esa herramienta de 130 años que sigue vigente para ofrecer soluciones de ayer, de hoy y de mañana, siempre hecha en presente. Y solo una vez entendido lo que somos y que otros rechazan podemos poner la guinda y darle una vez más su nombre de siempre: Euzkadi.