Juan de Gaztelu

1 de Mayo. La lucha debe continuar

1 de mayo, fecha reivindicativa que nos atañe a todas las trabajadoras y trabajadores. Día simbólico que representa la lucha cotidiana que muchas personas tenemos que afrontar a diario. Subrayo lo de «a diario» porque la voracidad de la patronal va en aumento y parece que no tiene límite en los últimos tiempos. Conducta lógica la de Confebask, si tenemos en cuenta que dispone del apoyo incondicional de las instituciones públicas. Así, de parte del Gobierno Vasco todo son loas hacia esta agrupación, mientras que sus planteamientos hacia los sindicatos siempre son reproches «por la falta de responsabilidad en sus reivindicaciones y en sus acciones de protesta».

Habitualmente, la asociación patronal es considerada como generadora de riqueza por parte de las instituciones lideradas por el PNV, olvidándose que sin trabajadores y trabajadoras no hay creación de prosperidad posible. Además, nunca hablan de la responsabilidad social de las empresas. En esta línea, muchas de ellas pagan unos salarios de miseria que ni siquiera permiten desarrollar un proyecto de vida digno; pero nunca saldrá de su boca ni una mínima crítica en este sentido ni sanción alguna a su conducta.

Teniendo esto presente, es hora de plantear el asunto en sus justos términos. Como ejemplo, entre otros muchos, pondremos sobre la mesa las condiciones laborales del personal de la empresa Enviser. Dedicada al sector de los servicios medioambientales, es la subcontrata responsable del mantenimiento de los parques, jardines y el anillo verde de Vitoria-Gasteiz. Por esta labor, en un principio y a falta de modificaciones de contrato y sobrecostes, la empresa se embolsa la nada desdeñable cifra de 2,8 millones de euros al año. Por contra, su plantilla de media viene percibiendo un salario que no dista mucho del mínimo por unas jornadas prolongadas que superan en 100 horas a las del personal municipal.

Ante esta tesitura, sus empleados vienen reclamando la firma de un convenio colectivo propio, más allá del estatal, al objeto de mejorar estas condiciones laborales, topándose con la reiterada negativa de la empresa y la indiferencia y falta de compromiso de la concejala delegada del Departamento de espacio público y barrios, Beatriz Artolazabal, que todavía no ha tomado cartas en el asunto. Ante esta situación, la plantilla decidió ir a la huelga indefinida el pasado 26 de marzo.

Es hora que la teniente de alcalde de Vitoria-Gasteiz, Beatriz Artolazabal, en un ejemplo de responsabilidad, cambie el rumbo de las instituciones públicas y ponga freno a la avaricia de las subcontratas, usando el erario público en beneficio de todos y no de unos pocos, empezando por los y las trabajadoras de esta empresa que lleva más de mes y medio en huelga indefinida.

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