Insesatez en el plan Donapea
Cuando faltan diez días para que finalice la vigencia del Protocolo firmado entre el Gobierno de Navarra y la Universidad de Navarra, para la implantación de tres centros de investigación en el campus de Pamplona, al inicio del curso, y en operación perfectamente orquestada, por un lado el rector de la Universidad y por otro, la presidenta del Gobierno han sacado a relucir el caso Donapea.
Las declaraciones de Barcina van en la línea de siempre, manifestando que este proyecto es «prioritario y que hay que seguir apostando por él». El rector manifiesta «que su gente no cabe en la zona de la colina del campus, que están hacinados y que esperan ansiosamente nuestros terrenos» y añade que la Universidad no cuenta con plan alternativo. Pasaron los tiempos en los que el entonces rector decía que la Universidad de Navarra tenía una opción b, para el caso en que los centros de investigación no se ubicaran en Donapea.
Han sido muchas las veces en las que la comunidad educativa del Instituto ha manifestado su opinión: el profesorado y los órganos educativos, casi por unanimidad, se han posicionado en contra del traslado de nuestro Centro, y tanto más a la parcela de la antigua residencia del Centro San José en Echavacoiz, que por lo visto según el PSIS pendiente de aprobación, será el lugar en el que pretenden construir un Instituto para Donapea y la Escuela Sanitaria que le costaría al Gobierno de Navarra, es decir, a todos nosotros, la friolera cifra de más de 25.000.000 €.
Ahí están las declaraciones del consejero de Educación cuando en pleno proceso de negociaciones con el PSN, y con el fin de que este partido les apoyara en el Plan, iniciaron una loca carrera para encontrar un parcela donde ubicarnos: manifestaba que la parcela de San José no era la más idónea, ¿se acuerdan de sus planes para trasladarnos al Soto de Lezkairu, al Garitón de Ripalda, a Galar, o a alguna otra parcela anexa a la UPNA?, incluso alguno de nosotros en tono jocoso, decía que nos iban a llevar a la Conchinchina.
No es momento de comentar el creciente y obsesivo interés de la Universidad por nuestra parcela, ni la posición del PSN en la gestión del Proyecto, ni las conclusiones sesgadas del Consejero de Industria al Informe de Participación y Colaboración en el PSIS ¿recuerdan que no reconoció con claridad que 5.866 firmas de particulares se oponían al traslado y sola-mente 1.266 firmas lo apoyaban?, tampoco es el momento de comentar por qué se intentó camuflar la opinión del agente social más interesado, que no es otro que el CIP Donapea.
¿Tiene sentido esta operación urbanística? Si entendemos por sentido común aquella facultad que poseen las personas para juzgar razonadamente las cosas y que hacen lo que es correcto y teniendo en cuenta que lo contrario del sentido común es la insensatez, la irresponsabilidad y la carencia de buen juicio, nos preguntamos si los dirigentes políticos aplican el sentido común al caso Donapea. Responda el lector a las cuestiones siguientes:
1ª. ¿Es sensato utilizar la parcela actual del CIP Donapea para la construcción de los centros de investigación, si en el campus de la Universidad de Navarra, hay disponibles ahora mismo 431.000 m2, de terreno edificable?
2ª. ¿Es razonable que el Gobierno de Navarra, en una situación de crisis generalizada, gaste 25.000.000 €, en construir un nuevo centro que no es necesario? La semana pasada la Presidenta manifestó que la crisis seguirá exigiendo recortes sociales y que el año 2014 será un año duro.
3ª. ¿Es prudente que en la parcela San José, 7.000 m2 más pequeña que la de Donapea, se pueda construir un instituto para 600 alumnos más de los que ahora hay en este Centro?
4ª. ¿Es racional construir un centro para 1.500 alumnos en una zona ya masificada que incrementaría los problemas de aparcamientos, humos, ruidos, etc. ya existentes?
5ª. ¿Es justificable aprobar el PSIS del campus de Pamplona, ninguneando la autonomía municipal, para beneficiar exclusivamente a la Universidad de Navarra?
6ª. ¿Se entiende que el Gobierno se considere apoyado en la operación Donapea, con el 84% de la firmas en contra del Informe de Participación del Plan Sectorial?
7ª. ¿Es prudente que para justificar el PSIS de los Salesianos se aleguen razones (ubicación en el centro de la ciudad y falta de espacio) que son exactamente las contrarias a las que utilizan para justificar el PSIS de Donapea?
En definitiva: ¿Es necesaria la construcción de un centro nuevo al que se traslade el CIP Donapea, si no se necesita y además nadie lo ha solicitado?
Pensamos que cualquier persona con sentido común, con estudios o sin ellos, (es sabido que la educación no siempre lo proporciona), ocupando o no cargos públicos, debería responder negativamente a las preguntas formuladas anteriormente. De lo contrario, la consideración que haríamos es que son personas poco prudentes, poco juiciosas y nada lógicas y si además ocupasen cargos públicos, añadiríamos que son deshonestas, irresponsables e insensatas para la sociedad. También pudiera ser, si fuese el caso, que aun contestando negativamente a las preguntas anteriores se persiguieran objetivos perversos: entonces no hablaríamos de sentido común, sino de intereses particulares obscenos e inmorales, ya que este PSIS beneficia conscientemente a una entidad privada que no es otra más que la Universi-dad de Navarra.
Como siempre, para terminar, seguimos esperando la respuesta a la pregunta que llevamos formulando durante dos años y medio ¿por qué los centros de investigación necesariamente deben ubicarse en la parcela de Donapea? Como nadie responde nos preguntamos si tendrá algo que ver el que esta parcela esté situada en un punto crucial de expansión del campus de la Universidad Privada de Navarra. Por favor, no oculten una operación urbanística detrás de «una apuesta por el desarrollo de la FP en Navarra» y proponemos que si quieren construir centros de investigación, cuantos más mejor, que los construyan en sus terrenos.
73 profesores del CIP Donapea.