Mikel Noval
Responsable de Políticas Sociales de ELA

La huida hacia adelante, en alta velocidad

Arantxa Tapia ha optado por la huida hacia adelante. Eso sí, a alta velocidad. No importa que las críticas vengan del Tribunal Europeo; se le trata como se ha tratado históricamente a quienes desde el movimiento sindical y social hemos argumentado cosas similares. Es decir, obviando la realidad.

El Tribunal de Cuentas Europeo ha elaborado un demoledor informe sobre la Alta Velocidad en Europa. Sus conclusiones son una enmienda a la totalidad a la alta velocidad, destacando:

Se ha construido un mosaico ineficiente de líneas nacionales mal conectadas.

La decisión de construir líneas de alta velocidad a menudo se basa en consideraciones políticas, y por lo general no se recurre al análisis coste-beneficio para sustentar una toma de decisiones rentables.

La infraestructura ferroviaria de alta velocidad es cara; las líneas auditadas cuestan una media de 25 millones de euros por kilómetro. Dar la debida consideración a la solución alternativa de modernizar las líneas convencionales existentes podría ahorrar miles de millones de euros.

Los sobrecostes y los retrasos han sido la norma en lugar de la excepción.

La mayor parte de las líneas y conexiones transfronterizas auditadas no contaban con un número de pasajeros potenciales suficiente en su zona de influencia (9 millones de pasajeros es el umbral para que una línea sea rentable).

El informe habla específicamente de la Y vasca, que encaja perfectamente dentro de estas críticas generales (caro, sobrecostes, no rentable, malas conexiones). Pero la consejera Arantxa Tapia, con el desparpajo que le caracteriza, ha señalado literalmente que el informe ratifica lo que siempre han defendido. Da pereza tener que recordarle que si el informe explica que la alta velocidad en Europa no está justificada, difícil será que lo esté en la CAPV, pero claro, al parecer, en Euskadi somos diferentes hasta en eso.

Arantxa Tapia ha optado por la huida hacia adelante. Eso sí, a alta velocidad. No importa que las críticas vengan del Tribunal Europeo; se le trata como se ha tratado históricamente a quienes desde el movimiento sindical y social hemos argumentado cosas similares. Es decir, obviando la realidad.

Y para ello, en su comparecencia parlamentaria ha dado algunos datos que no son ciertos. Entre otros, que por la Y vasca transitarían 8 millones de pasajeros y pasajeras al año, y que el sobrecoste de las obras es de «solo» (?) un 8%. Empezando por esto último, los datos del Informe del Gobierno Vasco que analiza la situación del tramo de Gipuzkoa del TAV (el que ejecuta el Gobierno) muestran que los subtramos finalizados han costado ni más ni menos que un 20,91% más del precio por el que se adjudicaron (coste real, 1.099,88 millones de euros, frente a un valor de adjudicación de 909,38 millones). Mucho más que el 8% que dijo la consejera.

Sobre la cifra de pasajeros, en el libro propagandístico del Gobierno Vasco "La Y Vasca: Un proyecto de País, una conexión internacional", se dice, en la página 234, que las previsiones de tráfico son de unos movimientos internos dentro de la Y vasca entre 2,49 y 2,71 millones de viajes anuales. Y sumando la Media Distancia y la Larga Distancia estarían entre los 4,2 y 4,9 millones de viajes al año. Qué más da 4, 8 u 88...

Si lo de Arantxa Tapia es grave, también lo es la labor de apoyo que medios de comunicación públicos y la mayoría de los privados brindan incondicionalmente al TAV. Se han dedicado a repetir, sin contrastar, los falsos datos ofrecidos por la Consejera. Arantxa Tapia está acostumbrada, y por eso lo hace. Me viene a la cabeza que EITB está en campaña publicitaria pretendiendo poner en valor la veracidad de sus informaciones y alertando contra las noticias falsas. Podría empezar por casa.

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