Mikel Noval y Bea Martxueta
Responsables de Política Social de ELA y LAB

La lucha contra la privatización de Kutxabank continúa

La movilización social, sindical y político-institucional ha conseguido colocar la privatización de las cajas vascas-Kutxabank en el centro del debate social y político. Algo que pretendían realizar a escondidas y sin dar ningún tipo de explicaciones se ha convertido en uno de los problemas más importantes para los instigadores de esta estrategia (PNV-PP-PSE).

Han tenido que utilizar todo tipo de armas (amenazas de sanciones de hasta 500.000 euros a quienes no les den el apoyo, votar a la vez cuestiones que no tienen nada que ver, como los estatutos o la composición del Patronato, manipulación informativa, etc.).

BBK y Vital se han convertido en fundaciones bancarias, pero estamos en condiciones de dar próximas batallas, con el objetivo final de evitar la privatización de Kutxabank y la defensa de un modelo de entidad financiera al servicio de la sociedad vasca.

Los partidos políticos que han apoyado la trasformación de estas cajas en fundaciones bancarias lo han hecho porque están de acuerdo con ese modelo, con la privatización, y porque no tienen la voluntad política de desarrollar un marco normativo que dé cobertura al desarrollo del carácter público y social de las cajas y recomponer con ellas un tejido financiero público vasco. Una primera consecuencia es la desaparición de las asambleas de las cajas y la consiguiente pérdida de control político y social de las entidades. Es una decisión política muy grave, que va en contra del interés general de la sociedad.

El único argumento utilizado por PNV, PP y PSE para defender la mayor usurpación de recursos populares desde el franquismo es el cumplimiento de la legalidad vigente. Lo mismo que dice Mario Fernández, añadiendo calificativos más propios del insulto, que descalifican al personaje, como «el estúpido debate que se ha abierto sobre convertirse o no en fundaciones bancarias se resuelve a nivel de ikastola. Niños y niñas que sepan leer verán que la ley dice que las cajas habrán de transformarse en fundaciones bancarias (...) lo que me irrita es el necio que discute el texto». El señor Fernández tuvo oportunidad de primera mano de saber lo que defendemos. Pero tras una petición formal de reunión, se negó a ello, lo que tampoco dice mucho a su favor.

Pues bien, ni siquiera la legalidad vigente, que esos partidos y miembros de la Banca como el propio Fernández han modelado a su antojo, obliga a hacer lo que están haciendo, y mucho menos de la manera en que lo están haciendo. Las cajas se tienen que trasformar en fundaciones bancarias si se cumplen determinados requisitos. Si estos no se cumplen, no existe semejante obligación. En ningún caso se puede defender que la ley obliga a la privatización.

Además, no hay por qué tomar esa decisión en junio. Esto es evidente, ya que la conversión de Kutxa en fundación bancaria no se ha planteado ahora, y nadie dice que se esté incumpliendo la ley. Han tomado la decisión adoptada en BBK y Vital para negarse a realizar el debate que demandamos; para no debatir sobre las alternativas que existen. Ni esos partidos ni Mario Fernández quieren que haya debate. Prefieren seguir con la dinámica de que una pequeña élite tome las decisiones sin información ni debate.

No han dado explicación alguna sobre la situación en la UE en relación al papel que siguen desarrollando las cajas de ahorro. Nada que decir cuando hemos explicado que, por ejemplo en el Estado francés el 55% del ahorro está gestionado por cajas de ahorro y cooperativas de crédito; que en Alemania este porcentaje se eleva al 60%, o que la media de la UE es del 45%. Así mismo, el 11% del sistema financiero europeo, sin contar los bancos nacionalizados por la crisis, está en manos de bancos públicos.

Con la decisión adoptada, que supone además la pérdida de la ficha bancaria para las cajas, BBK y Vital desaparecen definitivamente del escenario financiero vasco y quedarían relegadas tras la venta de las acciones a un chiringuito de cobro de dietas por el Patronato. Un ejemplo cercano lo tenemos con lo que ha sucedido en Caja Navarra.

Con esta decisión se han desembarazado del control institucional y social. La excusa, la profesionalización y la capacidad de gestión. Tales argumentos caen por su propio peso al ver la composición de los patronatos que han decidido. Son personas totalmente identificadas con los partidos políticos. Nada más lejos de la supuesta despolitización. Y sobre su capacitación (concepto en sí mismo discutible y poco definido), al menos grandes dudas.

Vamos a seguir exigiendo el compromiso de que ni una sola acción de Kutxabank quede en manos del capital privado, que las acciones no salgan al mercado bursátil y sean cedidas a las instituciones públicas vascas. Vamos a seguir oponiéndonos a la privatización de la entidad, y exigimos la reversión de las medidas adoptadas encaminadas a facilitar este proceso. Demandamos control político y social para que Kutxabank esté al servicio de la sociedad vasca, y no para rendir cuentas y dividendos a sus socios capitalistas. La batalla continúa.

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