Josu Imanol Unanue Astoreka
Persona viviendo con el VIH/ sida

La obsesión del PP con el sida

En su artículo, Unanue denuncia la actitud del PP por rechazar una iniciativa del Parlamento navarro de posibilitar la contratación de un seguro a las personas que viven con el VIH/ sida. Arremete, así mismo, contra quienes en todo momento se han dedicado a criminalizar a esas personas e incluso intentaron que se les negase la medicación.

Cada 1 de diciembre, la ciudadanía en general recuerda que el lazo rojo existe por alguna causa y que los más de 35.000.000 de fallecidos por el sida y los más de 36.000.000 de personas que vivimos con el VIH/sida habitamos en su entorno, cuando no somos parte de la familia, conocidos, hijos e hijas, vecinos y vecinas, compañeros y compañeras de trabajo, pareja, amigos y amigas y hasta políticos.

Ese día, mientras que algunos seguimos reivindicando una serie de derechos no respetados, de otros muchos surgen la solidaridad y el pesar a raudales. Y son pocos, muy pocos, los se atreven a no expresar aquello que debe surgir de forma natural, la solidaridad con el afectado. Hasta por parte de los miembros del Gobierno actual del Estado, los señores y señoras del PP. El citado día, algunos se preguntan incluso, en una muestra de inteligencia extrema, por qué esta pandemia tiene la dimensión actual.

Quienes vivimos con el VIH/sida y hemos militado en alguna ONG de lucha contra el esta enfermedad o en grupos de autoapoyo sabemos que tras la «inocente» pregunta hay una respuesta no tan inocente y que evidencia que la mayoría de los fallecidos no murieron solo por causas relacionadas con el VIH/sida, sino también por decisiones erróneas, pero también por haberse impuesto intereses de grupos claramente identificados, sobretodo ideas fascistas y de extrema derecha, por encima de los derechos de millones de seres humanos que llevamos un pequeño virus que nos condiciona la propia vida.


Los fascistas, esta gente que siempre se ha considerado elegida por Dios, deben de pensar que algún capricho nos lleva a elegir vivir con el VIH/sida, y emplean todas sus fuerzas y medios para criminalizar a nuestro colectivo, valorándonos continuamente. Es más, siempre se vieron apoyados por sectores rancios, incluso por la Iglesia, pero también de por otras religiones como el Islam, aunque a menudo no lo citamos.

Estos fascistas, que en muchos casos incluso emprendieron campañas para negarnos los medicamentos, la prevención, el uso de condones, nuestras relaciones personales, el acceso a las jeringuillas, que incluso llegaron a usar el símbolo del lazo para sus propios intereses temporales, nos han hecho mucho daño y nos lo seguirán haciendo. Ahora toca negarnos el derecho a tener la opción de contratación de un seguro, el mismo derecho que tiene ellos y ellas, los neofascistas o «demócratas de toda la vida». Hablo claramente de los señores y señoras del PP, que por unanimidad ha desestimado esa petición realizada desde el Parlamento navarro.


Autodenominados «defensores de la vida», se sienten con fuerzas de utilizar de nuevo el sida como arma para sus fines ideológicos, no en vano cuando se habla de «derechos humanos», quedan fuera de tales «privilegios» las personas que, como yo, viven con el VIH/sida. Seguramente, aunque callen, también muchos de sus votantes, porque de «vicios» comunes no se habla, ni de enfermedades que padecemos en común, y desde luego, no nos discriminan por ideología. Es lo triste de ser inconsciente y pensar que estás fuera de todo riesgo.

El PP (grupo que, al parecer, hace las delicias de millones de españoles, pues le votan mayoritariamente) ha optado, por unanimidad, por discriminarnos en la posible contratación de seguros, rechazando una iniciativa del Parlamento navarro. La noticia apenas motivó a unos pocos osados para tratarla con la seriedad que merece, y hasta los tertulianos que se suelen atrever con todo callaron al unísono, con unanimidad. No es rentable, no vende.

Tampoco me esperaba menos de un grupo de derecha como el PP, que ha condenado a millones de personas a la pobreza, al paro, al hambre, que niega derechos humanos incluso a sus votantes que, repito, siguen sin enterarse de ello. Me surgen por ello dos preguntas, desde mi ignorancia.


¿Por qué este tipo de iniciativas se llevan a un congreso controlado por la derecha y no se aplica esta decisión, sin más, en la comunidad, si tan autónomos somos?

¿Las personas que vivimos con el VIH/sida somos inferiores al el resto de la humanidad, la «sana»? Desde luego que no, pero por suerte, nos seguiremos diferenciando de ellos en que nunca anteponemos ninguna decisión unánime para coartar sus derechos. Lo sucedido es otra involución más en derechos básicos, estamos en la época más oscura del neofranquismo. Y van muchos golpes en el mismo cuerpo, que calla y asume las palizas como normales.

Los hechos delatan a las personas y al citado grupo del PP, que por alguna causa extraña se denomina popular. Estos personajes han optado por seguir manifestando su opción contra nuestros derechos. Todo porque saben que un amplio sector de la ciudadanía les apoya en ese proceder en mi opinión injustificable. Para ellos está claro que justo. Justo como mantener preso, entre otras muchas, a una persona viviendo con el VIH/sida, sabiendo cuáles son los efectos inmediatos por estas decisiones vengativas.


Volviendo a la pregunta que, perdida, aparece en este escrito, quiero recordar, que soy consciente de que muchos compañeros míos fueron asesinados, aunque extrañe, a causa de no haberles facilitado los fármacos que ya se conocían como útiles contra el virus. Por presiones de sectores que se identifican con los citados. Así, mientras algunos hacíamos campañas de prevención, otros nos los tumbaban, con campañas muy bien pagadas, haciendo que fuéramos día a día más las personas portadoras, más los fallecidos.

¿Por qué nadie se pregunta donde están los narcotraficantes que mataron a tanta gente y arruinaron familias, los que antepusieron su idea ultrarreligiosa a las medidas de prevención, los que negaron el derecho al aborto terapéutico de las personas con el VIH, aun sabiendo del riesgo de muerte que suponía…? Desde luego no están en prisiones, sino viviendo cómodamente entre nosotros.

Algunos siempre se empeñaron en vernos como viciosos, mientras sus almas impolutas, pero criminales, recibían la promesa de falsos cielos. Está claro que sus ideas criminales se enfrentaban todos los días con nuestros derechos a no ser discriminados. ¿Nadie se da cuenta de que cuando babean citando los derechos humanos de las personas nos excluyen, por ejemplo, a nosotros? Que lo digan claramente, como claro es que nunca se interesaron en parar la pandemia del sida. Lo sucedido en el Congreso me reafirma en mi creencia.

Y en mi creencia, es criminal aquel que se empeña en asesinar a personas que en principio deberían estar sanas, poniendo en marcha decisiones que imposibilitan la búsqueda de cualquier solución que debería estar siempre en vigor. ¿Qué problema mental deben de tener las personas que se empeñan en negarnos derechos? Seguramente el ser de una ideología de extrema derecha y el tener una obediencia enferma a las decisiones que toman desde arriba.

En la ciudadanía está el poder cambiar a los gobernantes que niegan derechos humanos; parece ser que en los españoles, mayoritariamente y lamentablemente, mantenerlos.

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