Una mañana en Radio Euskadi, Jon Darpon, Consejero de Salud, ante el revuelo provocado por las supuestas filtraciones de exámenes en la «mega OPE» de Osakidetza, decía textualmente: «vamos a intentar justificar todos los resultados de la OPE». Parece mentira que todo un consejero se vea traicionado por su subconsciente y en vez de aclarar, busque justificar lo sucedido esta OPE. Parece que ahí esta la razón de tener en su poder desde el día 4 de julio el estudio encargado, y que su presentación se prevea para el día 19. En esa misma entrevista, hablaba de que harían público dicho estudio en cuanto estuviese en sus manos.

La gente se pregunta que, si tan conocido era este asunto, ¿por qué no se denunció antes? En este sentido, hay que agradecer a los trabajadores de la categoría médica que han decidido denunciar o acercarse a sindicatos como LAB para darnos información sobre esta situación. Su determinación y su valentía deberían ser ejemplo para quienes trabajamos al servicio de la ciudadanía con los recursos que ésta pone en nuestras manos. Estas personas han denunciado algo que nadie denunciaba, en muchos casos por miedo a las represalias que ahora están viviendo, y en otros casos, porque siempre ha habido quienes esperaban «su OPE» para recoger las preguntas.

Eso ha cambiado, hay gente dispuesta a jugársela para denunciar y como bien dijo en otro patinazo Jon Darpon en el Parlamento, hay otra cosa que ha cambiado respecto a anteriores convocatorias: «la inclusión del IVAP en el proceso para hacer una OPE limpia». El hecho de incluir al IVAP en el proceso, no sólo puso nerviosos a quienes venían filtrando exámenes en OPEs anteriores, sino que ponía de manifiesto la necesidad de limpieza en esos procesos.

El IVAP, aunque también sufriendo indicios de filtraciones en algunas de sus pruebas, ha venido a dar algo de transparencia a un proceso sucio, ¡y vaya si le ha dado transparencia! Se ha visto todo.

El hecho de que la primera prueba realizada por el IVAP suponga un 65% de la nota total, tampoco es un hecho a pasar por alto, porque en la dinámica del proceso, el 35% restante quedaba en manos del tribunal, un porcentaje suficiente para incidir de manera definitiva en el número de aprobados y aprobadas finales, que son quienes pueden acceder a plaza fija.

Darpon debería aclarar también por qué si el IVAP daba garantía de proceso limpio se dejó el margen suficiente para decidir a los tribunales. ¿Por qué no fue la segunda prueba también realizada por el IVAP, si éste daba garantías de limpieza al proceso?

Según los y las profesionales médicas que se han acercado a nosotras hay muchos modus operandi, filtración de preguntas, filtración de exámenes, utilización de preparación de congresos para beneficiar a personas concretas, e incluso, consignas para redactar los ejercicios con frases clave o subrayados clave para conocer la identidad de la persona examinada y sortear el anonimato que garantiza el proceso de plicas en algunas pruebas.

La solución es compleja, pero Darpon debería empezar por asumir sus propias responsabilidades y apostar por acabar definitivamente con esta situación. Defender a ésta y a las demás categorías y a los y las usuarias, es garantizar un proceso limpio, pero también lo es sacar a la luz las miles de plazas que se ocultan tras la contratación coyuntural, y dar estabilidad a las trabajadoras y a la estructura sanitaria.

No podemos olvidar que hoy, de cada 4 trabajadoras de Osakidetza 1,5 es eventual. Saquen esos puestos a OPEs y acaben con el mercadeo de puestos que no hace sino extender las garras del fraude tanto en la contratación como en las OPEs.

Hay miles de puestos que requieren código y deben ser incluidos en la estructura de plantilla. Señor Darpon, haga un favor a todos y a todas, saque todos esos códigos a OPE, deje de proteger y justificar a una élite que funciona bajo prácticas de nula ética y dudosa legalidad, deje de justificar a quienes no sólo filtran exámenes sino que además persiguen y presionan a quienes lo denuncian. El modelo de OPE y de contratación que usted viene defendiendo deben acabar, son modelos agotados. Creemos que sería justo solicitar su dimisión por su impresentable gestión también este tema tan grave, pero somos conscientes de que esto no solucionaría los problemas de Osakidetza, tampoco el de sus OPEs. El problema va más allá, es el propio modelo de gestión el que falla, la cadena de mando, gran parte de las direcciones, las inercias, las luchas de poder, el ansia de negocio a costa de la sanidad pública… todo esto y mucho más. Por lo tanto, lo que urge es un cambio profundo de modelo sanitario y de jefaturas. Un cambio que regenere verdaderamente Osakidetza. Usted ha unido su destino a estos modelos al defenderlos una y otra vez. Y esto debe pertenecer al pasado, no a la nueva Osakidetza que debemos empezar a poner en marcha desde hoy mismo.