Como padre de dos hijas mayores de edad, una de ellas universitaria que, habiendo solicitado ella una beca del Ministerio de Educación, y Formación Profesional para el presente curso académico, para cursar sus estudios de grado en la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea, en el campus de Leioa. Y que habiendo recibido una notificación electrónica indicando «la beca que usted había solicitado para el año académico 2021/2022 ha sido propuesta para su denegación por:

- Por superar los umbrales de renta, tras consultar los datos que sobre su unidad familiar obran en poder de la Administración Tributaria».

Y, tras analizar dicha denegación, observamos el fondo de la cuestión de este caso, y no es otro que la forma errónea e injusta a todas luces de incluirnos como tal unidad familiar a la madre y al padre. Pues dice la convocatoria:

«Capítulo IV Requisitos de carácter económico

Artículo 16 Determinación de la renta computable.

Cuando el régimen de custodia de los hijos sea el de custodia compartida, se considerarán miembros computables el padre y la madre del solicitante de la beca, sus hijos comunes y los ascendientes del padre y de la madre que justifiquen su residencia en el mismo domicilio que los anteriores con el certificado municipal correspondiente».

Ostentamos la custodia compartida de nuestras dos hijas, por mutuo acuerdo, primando el bien común de ellas desde hace muchísimos años. Y a pesar de que ya, las dos son mayores de edad, y esta misma no sería efectiva como tal en casi su totalidad.

Lo que no es entendible, ni justo, que se nos compute como unidad familiar, al padre y la madre. Pues legalmente, ni fiscalmente lo somos. Y efectivamente, mucho menos desde hace muchos años. Pero, sobre todo, lo más sangrante, es que solo se tenga en cuenta la renta total, sin más, y no se use ningún coeficiente corrector teniendo en cuenta que soportamos los gastos de vivir separados, en dos viviendas distintas, una de ellas soportando las cargas de un préstamo hipotecario, mas todos los demás gastos que supone la situación.

Hacienda por ejemplo contempla para la custodia compartida, y, en cuanto a la tributación conjunta, «los hijos solo podrán formar parte de una unidad familiar», por lo que tendrán que ser los propios progenitores quienes decidan en cuál de las dos los incluyen. Pero solo lo podrá hacer uno de ellos.

Lo lógico es que computen como unidad familiar, las hijas y el padre o la madre que aparecen empadronadas con ellas, tal y como se establece también en el caso de separación o divorcio sin custodia compartida. Y que si se contempla en el caso de la percepción de becas para ese supuesto.

Es curioso además como en la “Resolución de la Secretaría de Estado de Educación, por la que se convocan becas de carácter general para el curso académico 2020-2021, para estudiantes que cursen estudios posobligatorios”, en su parte inicial dice:

«El Gobierno, desde el momento de su constitución, asumió un compromiso firme con la dimensión social de la educación y con el impulso de una política de becas y ayudas al estudio que garantice que ningún estudiante abandone sus estudios postobligatorios por motivos económicos, asegurando así la cohesión social y la igualdad de oportunidades».

Pero luego en el desarrollo de esa resolución vemos que no se corresponde con la realidad, pues en casos como el nuestro no se nos esta dando igualdad de oportunidades. Ni se esta teniendo en cuenta las posibles casuísticas familiares, que actualmente, a todas luces no se corresponderían con la realidad.

Si tenemos en cuenta, como he expuesto anteriormente, que en caso de custodia compartida la tributación conjunta es algo de lo que se puede beneficiar solo uno de los progenitores, tampoco es razonable que para que ellas puedan percibir una ayuda, les computen a ambos.

Me gustaría se tuviera en cuenta para posteriores convocatorias.

Asimismo, me gustaría, en la medida de lo posible, que este escrito llegase a la persona responsable, que pueda tomar las medidas adecuadas para solventar esta injusticia que afecta a muchísimas personas.

Nos jugamos algo tan importante como la viabilidad económica de que nuestra hija pueda continuar sus estudios universitarios.

Así, que menos palabrería, y mas acciones para que sea real la igualdad de oportunidades a la hora de poder seguir estudiando. Y esto no este solo al alcance de unos pocos, como ha pasado tantas veces, y que parecía algo del pasado.

Gracias de antemano.

Un saludo.