OPE 2011 debate en el Parlamento y euskera
Han transcurrido tres años desde la publicación de la Oferta Publica de Empleo (OPE) de 2011 y cuando se está resolviendo la misma, los que suspendieron el examen acompañados por algunos sindicatos están pretendiendo modificar las bases y consiguientemente las listas de contratación. Los suspendidos pueden pedir lo que quieran, evidentemente, pero lo que no parece serio es que sean recibidos en el Departamento de Sanidad y en el Parlamento.
Y así estamos ante el absurdo de no valorar, por la presión de los suspendidos y los sindicatos corporativos, los conocimientos que los examinadores decidieron establecer para el aprobado y el suspenso, los que debían establecer mediante una prueba objetiva la frontera en materia de capacitación entre la suficiencia e insuficiencia de conocimientos de los opositores. Cuando piden valorar la experiencia a pesar del suspenso, basando esta en un criterio tan absurdo como el tiempo que han estado contratados, apuestan por institucionalizar el que los trabajadores sanitarios que nos atienden puedan no tener los conocimientos suficientes.
Abierta la batalla para ocupar las vacantes a favor de los suspendidos y aceptado el envite por el Departamento de Salud y el Parlamento, nos encontramos con que el debate de las capacidades exigibles a los trabajadores sanitarios, se esta inclinando a favor de valorar la experiencia sin conocimientos suficientes, a la no exigencia del aprobado para acceder a estas plazas y al arrinconamiento y menosprecio del tercer elemento de capacitación que es el euskera. Discriminando una vez más a la población vascófona.
No sabemos donde están todas esas voces que cuando se trata de desprestigiar y no valorar el euskera suelen argumentar diciendo que prefieren profesionales sanitarios ‘buenos’. Han olvidado este postulado y ahora atribuyen la calidad solo a la experiencia. Esos mismos que suelen ningunear a los profesionales euskaldunes ahora se decantan por los suspendidos. ¿No era su discurso en favor de los profesionales ‘buenos’?
Si, ahora echamos de menos a los defensores acérrimos de un sistema de salud de calidad, con profesionales ‘buenos’, cuando hacen demagogia para oponerse al cumplimiento de la ley del euskera y desprestigiar a los profesionales euskaldunes, planteando entupidamente la disyuntiva euskera frente a calidad. Habrá que tomar nota de su silencio cómplice de ahora, para recordárselo cuando se rasgan las vestiduras si se trata de euskaldunizar los servicios públicos. El suspenso para ellos no condiciona la calidad cuando no está el euskera por medio.
Pero las listas de aprobados no engañan. Los candidatos han cumplido con lo exigido, también los que tienen conocimientos de euskera. Ahora no vale la excusa de que no hay profesionales que sepan euskera para desempeñar su labor en la sanidad vasca. ¿Acaso la experiencia, por si sola, supera en calidad a los euskaldunes aprobados? No según las bases de esta OPE 2011. Entre los aprobados de esta OPE hay suficientes candidatos que acreditan el perfil lingüístico que haría cumplir las leyes y mejoraría los resultados del II Plan de Euskera que pretenden no revisar hasta el 2017. Veremos si Osakidetza lo sacrifica todo por esa ‘experiencia’, medible solo por la antigüedad y no por criterios de acreditación de conocimientos.
Y con estas premisas expuestas podemos afirmar que el euskera empieza a ser víctima de las campañas publicitarias del Gobierno Vasco y del Departamento de Sanidad. Así, esa campaña de ‘Euskeraz Bai Sano’ sin ningún contenido resulta demagógica. El II Plan de Euskera sin establecimiento de objetivos y plazos es papel mojado cuando este requisito de capacitación empieza a ser relegado en esta adjudicación de plazas. ¿A quien quieren engañar?
Los partidos nacionalistas nos repiten continuamente que Madrid incumple el Estatuto de Autonomía, pero no dicen que ellos, siendo mayoría en el Parlamento están incumpliendo su propia Ley del Euskera, la Carta de Derechos Fundamentales de la UE y la Carta de Lenguas Minoritarias del Consejo de Europa. Nada dicen de que Armentia, Etxeberria y Darpon hayan decidido no hablar del euskera en la sanidad hasta 2017 y que mientras tanto se consolidan plazas y situaciones con clara vulneración de los derechos lingüísticos de la ciudadanía vascófona, con el agravante de querer perpetuarlo con candidatos que no han aprobado la OPE 2011.
Deseo concluir manifestando mi oposición a la lista única, pues ello va en contra de las bases de la convocatoria de la OPE 2011, trata injustamente a los opositores aprobados y finalmente afectará negativamente a la euskaldunización de la sanidad. ¡No a la lista única!