Si hace pocos días los sujetos a defender de la hydra rojo-separatista eran los niños y su derecho natural a hablar en la lengua más natural de todas que es el castellano y no impedir su micción o a castigar sus espaldas acarreando rocas como cuando Keops, Kefrén y Micerinos; ahora son los animalicos, esos seres declarados desde el pasado día 5 «seres sintientes» (Aristoteles ya adelantó siglos ha lo del «alma sensible» pero es lo que tiene el desterrar la filosofía de los planes educativos. Cada vez más bobos, si cabe). De la pedofilia a la zoofilia, sin despeinarse. La disyuntiva para el líder de la oposición española y su amigo el murciano campeón del mundo en lanzar huesos de oliva es: «O ganadería o comunismo». Han hecho un vídeo. De verdad. Y pasean sus cuerpos por las granjas de la ancha Castilla. El PP es de granja, como la canción: En la granja de PePito…

Que un ministro rojeras dice una cosa. Nosotros, los llamados a defender España y nuestros periquitos parlantes y amanuenses, oficiando de periodistas aclaramos lo que en realidad quiso decir el comunista, con la estimable colaboración de sus pusilánimes compañeros del gobierno más progresista de la historia con permiso del Capital.

El carnívoro Casado acompañado de vacas (lecheras por cierto, no de carne) criticando al gobierno de «urbanitas» afirma: «Para mí la imagen de un tractor no es noticia», «es que he crecido enfrente de un campo de remolachas». El día anterior aseguraba, «es que he crecido delante de un trigal». La aporía de regadío y secano juntos al alimón viendo crecer al líder. Después, mirando al suelo: «En esta granja de Javi, hace unos momentos he visto nacer a un choto de la raza, sobre todo, frisona, láctea... es la vaca esta que es negra y blanca». Preguntado sobre los productos de la explotación ganadera «de Javi», el licenciado y máster exprés: «Arroz con leche, leche, no sé, y, y yogures, quesos». (Sic)

Dios mío, llévame ya.