Sestao y Txabarri necesitan soluciones, no políticos irresponsables
La imagen de Sestao se ha visto empañada por unas declaraciones hechas por el alcalde en las que unía inmigración y delincuencia con expresiones racistas y xenófobas junto con reconocer que incumple conscientemente y de manera reiterada la ley que deberían de haber tenido inmediatas consecuencias políticas.
No creemos que el alcalde sea racista, aunque sus declaraciones lo sean al 100%, lo que sí valoramos es su nula responsabilidad política por no asumir que sus gravísimas y cuando menos impropias declaraciones (así las ha calificado su propio partido) no irían acompañadas de una dimisión inmediata de su responsabilidad política. Todo el mundo criticábamos las declaraciones machistas de Arias Cañete durante la campaña electoral, en las que decía que la mujer era intelectualmente inferior al hombre, sobre todo por no haber presentado su dimisión aún habiendo pedido perdón. ¿Es que acaso las declaraciones de nuestro Alcalde no son muchísimo mas graves? Y no solo por las que hace de manera despectiva hacia la inmigración sino también a esas en las que asegura que se pasa la ley por el mismísimo arco del triunfo, esa ley que los demás tenemos que cumplir bajo pena de multa o vete tú a saber qué. Menos mal que los y las vecinas de Txabarri somos más responsables que él, porque si hacemos lo que él asegura que hace igual los impuestos los tiene que poner de su bolsillo.
Nuestro alcalde pidió perdón sí, un año después y solo porque se hicieron públicas sus declaraciones, pero utilizó deliberadamente su rueda de prensa para poner el foco no en sus reprobables declaraciones y en las consecuencias políticas que deberían de haber tenido para un político que se precie, sino en intentar justificar lo injustificable «contextualizando» sus declaraciones en la «grave situación de delincuencia» (uniéndolas veladamente otra vez con los inmigrantes) que hay en nuestro pueblo. Con ello buscaba el apoyo y comprensión de vecinos y vecinas, a quienes hasta el día anterior les había dicho lo contrario, hartas y hartos de la situación social que padecemos por el olvido del mismo alcalde y por los anteriores. Todo un artista; conseguir que quien no ha hecho nada por el barrio sea «admirado por su compromiso demostrado» en base a una reunión con las inmobiliarias, que para desgracia de nuestro pueblo se recordará durante años, por lo lamentable de lo que se dijo en ella y porque un año después se ve que esa forma de hacer política no ha solucionado absolutamente nada. El pueblo de Sestao y el barrio de Txabarri no es racista y nosotros, que somos vecinos del mismo, damos fe de ello. Lo que si pedimos es que entre todos y todas reflexionemos en torno a lo que ha ocurrido en el pueblo durante los últimos días.
Este alcalde es el mismo que nos decía una y otra vez que el número de delitos en Sestao no era tan alto y que estaban decreciendo (los datos así lo dicen cuando hay 34 pueblos en la CAV con más delitos que en el nuestro). Nos parece despreciable que cambie de discurso de la noche a la mañana, dándole ahora tintes dramáticos a algo que aseguraba que no existía porque le han pillado. Entonces, ¿de quien sería la responsabilidad de frenar esa delincuencia? Suya señor alcalde, de su concejal de seguridad y de todo su equipo de gobierno. La delincuencia en Sestao, como en todo pueblo o ciudad, vive en pisos humildes y en pisos caros, y la generan personas de toda procedencia e índole social y racial y usted con la reunión que como alcalde convoco con las inmobiliarias, no ha tratado de frenar la delincuencia sino de obstaculizar que inmigrantes portadores de todos sus derechos pudieran ejercitarlos. ¿Por qué no da datos de que tipo de delincuencia hay y cual puede ser la causa para poder frenarla? Vaya por delante que creemos que solo por la vía policial nunca se va a solucionar lo que es un problema de raíz social, pero siguiendo con la lógica de este alcalde, ¿por qué existiendo esa delincuencia no dio orden a Policía Municipal y/o a la Ertzaintza para perseguirla? Para otras cosas no han ahorrado en recursos materiales y humanos. ¿Por qué ahora no? Muchas preguntas señor alcalde a las que usted, no responderá. Así, en el pueblo se habla de otras cosas en vez del verdadero problema de que usted también es responsable. Eso sí, ahora promueve solo más policía, como sus antecesores, y como con ellos ha pasado, no solucionará el problema. Si la intención del alcalde en esa reunión era defender los derechos de los vecinos y vecinas, hubiera exigido a las inmobiliarias que dejaran de especular con los alquileres y bajaran de inmediato sus precios para que, por ejemplo, toda persona joven residente en nuestro pueblo pudiera emanciparse del piso familiar, cosa que la mayoría no puede hacer. Eso sí sería de buen alcalde.
Sestao siempre ha sido un pueblo multicultural y más aún Txabarri. Lo fue en su día cuando miles de personas procedentes de todas partes del Estado español venían en busca de un futuro mejor que el que tenían en sus pueblos. En otras épocas, como ahora, existieron problemas sociales (por ejemplo, los ahora llamados «pisos patera»), de convivencia (por ejemplo, los «autóctonos» denominaban despectivamente como «maquetos» a los inmigrantes de la época) y de seguridad. Hoy en día ocurre algo similar en nuestro barrio, pero la diferencia entre culturas es aún más marcada. Eso en sí, no es un problema. El problema llega cuando desde las instituciones no se hacen cargo de ello y no se busca la integración entre culturas y personas potenciando proyectos e iniciativas que hagan ver a unas personas y a otras que vivimos en el mismo pueblo y barrio, y que partiendo de nuestras diferencias tenemos que buscar los puntos de encuentro para que la convivencia entre todas las personas sea posible, siempre desde el respeto mutuo. Ejemplo de ello es que en Euskal Herria hay más de 100 pueblos con más inmigración que Sestao y se vive, como poco, en una mínima armonía. Si a esto le sumamos la gravísima situación social y económica de Sestao, lastrado por el paro, la precariedad social y laboral generada por las medidas políticas y sociales que en las últimas décadas han desarrollado todas las instituciones, empezando por los diferentes equipos de gobierno habidos en nuestro Ayuntamiento (incluido el actual) nos da como resultado un coctel del que es imposible que su resultado sea una convivencia normalizada entre todos y todas.
Nuestro pueblo y barrio necesitan soluciones, medidas y proyectos nuevos, incluyentes e integrales, educación en la convivencia y personas capaces de gestionar los problemas, y sobre todo que todos y todas seamos participes de ello. Ejemplos hay muchos, como el plan que desde los ayuntamientos de Hernani y Astigarraga se ha puesto en marcha para la inserción de 150 personas de nacionalidad rumana de origen gitano y que ha encaminado posibles problemas de convivencia. Esa forma de trabajar da buenos frutos, la que aún ningún alcalde de Sestao ha querido poner en práctica. Lo que nunca se debe hacer, por ejemplo, es despedir a 4 trabajadoras sociales, como así ha ocurrido en Txabarri, que podrían haber estado haciendo un gran trabajo de mediación vecinal que atajasen conflictos como los que estamos viviendo y evitar que estos vayan a más.