Aletxu Unamuno Enziondo

¿Simulacros de confinamiento? Simulacro el del Gobierno Vasco y su Departamento de Educación

El próximo mes, en los centros de la red pública de CAV-EAE se va a derrochar valiosísimo tiempo y esfuerzo en examinar nuestro trabajo telemático.

El lunes muchas profesoras de la red pública de la CAV asistíamos atónitas a la última ocurrencia de nuestro flamante nuevo consejero de educación: en noviembre se harán en la red pública de educación de CAV-EAE simulacros de confinamento.

Si mi modesta comprensión de la realidad no me falla, confinamientos ya se están dando por toda la geografía de la CAV-EAE (y Euskal Herria en general) y no se están haciendo simulacros. A priori, los confinamientos se están efectuando sin mayores inconvenientes en tanto que la sociedad ya pudo interiorizar en qué consisten los confinamientos durante los pasados meses de marzo, abril y mayo.

Los confinamientos no es que vayan a llegar, sino que los vamos a ensayar.

Una vez transcurridos los primeros segundos de incredulidad, uno trata de digerir lo que acaba de escuchar, y va deduciendo el perverso contenido de dicho anuncio: el próximo mes, en los centros de la red pública de CAV-EAE se va a derrochar valiosísimo tiempo y esfuerzo en examinar nuestro trabajo telemático. El mismo que hemos ido desarrollando y perfeccionando desde marzo, y que poco a poco vamos implementando durante este curso también, a pesar de que algunos no se enteren o no se quieran enterar.

Dichas declaraciones demuestran dos cosas: una más que evidente falta de contacto con nuestro día a día; y una ausencia total de respeto hacia las profesoras (y trabajadoras en general) de la red pública de la CAV-EAE. Resulta bochornoso ver cómo ensucian tan gratuitamente nuestra dignidad como trabajadoras de educación, y más aún cuando quienes tratan de ofender han tardado casi cinco meses en plantear un diálogo con los sindicatos y han prácticamente abandonado a su suerte a los centros educativos.

Por otra parte, hemos constatado que la gestión del Departamento de Educación está produciendo los siguientes problemas:

Alumnos de grupos burbuja comen junto con alumnos de grupos no burbuja en el comedor.

Profesoras de grupo burbuja entran en otros seis o siete grupos.

Inspectores de educación no permiten hacer clases al aire libre.

No se están realizando PCRs a profesoras de grupos que han sido confinados por tener varios positivos.

En la inmensa mayoría de grupos en los que sólo ha habido un positivo, si no hay síntomas, se sigue con clases presenciales, exactamente igual que hasta ahora.

La demora en los refuerzos covid está ocasionando toda una oleada de trabajo extra en toda la red pública: reestructuración de grupos, nuevas distribuciones de aulas, reacondicionamiento de aulas abandonadas, formación de profesorado recién llegado, etc., en definitiva, todo aquello que podría haberse hecho en mayo, junio, julio o septiembre.

El reparto de vacantes covid a estas alturas del curso ha tenido como resultado que candidatos a sustituciones con menos de diez puntos tengan una vacante a jornada completa hasta el 31 de agosto, mientras que candidatos con cuarenta puntos (y más) están cubriendo bajas a media jornada hasta navidades. Se trata de una de las mayores chapuzas en lo relativo a concurso de empleo público de los últimos años.

Así pues, y en vista del sentir general de nuestra profesión, me gustaría contestarles al consejero y a su equipo dos cosas, que aunque evidentes, a lo mejor las han pasado por alto: una, que tienen y tenemos muchas cosas mucho más urgentes de las que ocuparnos; y dos, que muchas de nosotras no vamos a perder ni un sólo minuto de nuestro tiempo en nada que no sea dar la mejor atención educativa a nuestras alumnas y alumnos incluso en tiempos de pandemia.

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