Javier Pérez Cueva
Exalcalde del valle de Ollo y ex vicepresidente de la Federación de Municipios y Concejos de Navarra

Soy un afirmacionista

Estamos viviendo una situación de mucho estrés, y se sabe que una de las mejores formas, para combatirlo es el apoyo social. Sin embargo, se está haciendo justo lo contrario, estamos aislando a las y los mayores, evitando las visitas de sus familiares. Y este estrés perjudica al sistema inmunitario.

Si yo fuera el presidente del Estado español o presidente de una autonomía, en esta crisis sanitaria, habría encargado realizar autopsia al paciente uno que falleció por covid-19 en España en febrero o al primer fallecido de la autonomía, sin hacer caso a la OMS. En España la primera autopsia se realizó a finales de mayo. En Italia, en cambio, a principio de abril unos médicos desobedecieron a los gobernantes y se dieron cuenta de que el tratamiento estaba equivocado; un médico en el Parlamento de Italia se disculpó porque no sabían cómo tratar a los pacientes del covid-19.

Más pronto que tarde, habría contactado con Adreas Kalcker, un investigador sobre el dióxido de cloro; sin hacer caso a la OMS. Se sabe desde el principio del covid-19, que cientos de casos se recuperan en pocos días tomando el dióxido de cloro, en su justa medida. Y no es lejía, aunque en sabor sea parecido. Es fácil para los laboratorios de España o de Navarra, fabricarlo en poco tiempo y muy barato.

En noviembre cambiaron el Gobierno de Bolivia y distribuyeron el dióxido de cloro.

No sé cómo actuaría si fuera presidente, en la política impera la testosterona y poco la oxitocina (la llamada hormona del amor).

Las cifras de fallecidos son inicialmente estimadas y en unos meses se van actualizando. Estos son los datos: las estadísticas del 2020 del INE y del Carlos II (MoMo) situaban los fallecidos entre 460.000 y 490.000. Sin embargo, publicado el 22 de enero del 2021 por el Ministerio de Sanidad, en el 2020, son 401.359 fallecidos. Todos los años aumentan las defunciones. En el 2019, publicado por el Ministerio de Sanidad en agosto del 2020, los fallecidos y fallecidas son 416.434 y actualizado 418.574 (actualización de enero del 2021).

El resultado es que el número de fallecidos en el 2020 (covid-19=gripe y neumonía) es parecido al del 2019. Estamos lejos del número de muertes del 2018 (427.971) y mucho más lejos que las estadísticas del 2020 publicadas por el INE y el MoMo.

Desgraciadamente todos los años mueren personas, ¿cómo se justifican las medidas que impusieron los gobiernos en el 2020?
La crisis de sanidad se fundamenta en el miedo o terror que transmiten los medios de comunicación. Hablar de contagio por el número de PCR positivos es una lotería. Algunos casos que conozco: La hermana mayor da positivo y la familia negativo. Otro suceso, la compañera del piso, positivo, y las acompañantes del piso, negativo. Otra familia, una hermana positivo y el resto de la familia negativo.

La locura está en extremos: una anciana de más de noventa años ingresa porque estaba muy mal y le hacen la PCR y da negativo, al día siguiente otra PCR también negativa, al tercer día otra, al siguiente otra negativa. Fallece y no la han podido contabilizar como enferma de covid-19. Si uno de estos PCR hubiera dado positivo ya teníamos una fallecida más por covid-19. Confinar a la población por el PCR es una barbaridad.

¿Donde están los estudios contrastados que muestren que la mascarilla protege del virus? No los hay. Pero sí sabemos que la mascarilla produce problemas en la boca, dermatitis y, en algunos casos, la muerte por neumonía.

Dejad a los niños y niñas, sin mascarillas, sin ventilar a todas horas y que jueguen. Una investigación realizada en Barcelona en el hospital de Vall d'Hebron ratifica lo que la comunidad científica está admitiendo desde unos meses atrás. Esta investigación concluye que de 1.081 infantes que dieron positivo en covid-19, solo 86, es decir; el 8% de las niñas, niños y adolescentes entre 0-18 años, transmitieron a algún miembro del núcleo familiar.

Estamos viviendo una situación de mucho estrés, y se sabe que una de las mejores formas, para combatirlo es el apoyo social. Sin embargo, se está haciendo justo lo contrario, estamos aislando a las y los mayores, evitando las visitas de sus familiares. Y este estrés perjudica al sistema inmunitario. Que dejen del dinero público malgastado en el PCR y la vacuna e inviertan en mejorar las residencias y aumentar los sueldos de sus empleados y empleadas.

La vacuna: no muestran la duración del efecto protector; no aseguran la reducción de la capacidad de transmisión o de contagio; no muestran los posibles efectos adversos que se puedan producir en las personas que ya hayan pasado previamente el covid-19; no hablan sobre el efecto en las personas inmunodeprimidas; no han estudiado sus efectos en niños y niñas menores de 16-18 años; no han estudiado sus efectos en mujeres embarazadas ni en la lactancia.

Creo que el número de fallecidos en el 2021 va a ser mayor que en el 2020, por las reacciones de las vacunas, por neumonías y aumento de suicidios. Espero equivocarme.

Soy una persona de alto riesgo, que no tiene miedo a morir, aunque a veces me contagie de ese miedo.

La que nos viene encima es una crisis, comparada con la del 2008, muy muy seria. El turismo y la cultura suponen el 17% del PIB, cómo se gestiona la Crisis de Sanidad, qué  empleos se pierde y cuántos bares y restaurantes cerrados y la deuda de España, que pasó de 95,50% en el 2019, al 114,10% en el 2020. Y la economía española cayó un 11% en 2020 y destruyó 86.000 empresas. Sin embargo, los ricos son menos que antes y los ricos ahora acumulan más ingresos y poder en el mundo.

Imaginemos que el sistema patriarcal está en su final y poco a poco las personas se liberan del ego, una sociedad mutualista y matrilineal donde impere el amor a los niños y niñas y el cuidado a los mayores.

Activa la intuición, medita y disfruta de naturaleza.

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