Gorka Bueno | Iruñea

14-N y la no huelga de LAB

Como afiliado del sindicato LAB, tras leer la carta de algunos miembros de la dirección del pasado día 12 quisiera plantear algunas consideraciones:

¿Qué motivos que justificaban la convocatoria del 26-S justifican la no convocatoria el 14-N?

¿No llamando a la huelga el 14-N hemos ayudado o perjudicado a la urgente necesidad de crear un gran bloque social que haga frente a la ofensiva neoliberal de UPN-PNV-PP?

¿Hemos dado un paso adelante o atrás en el objetivo de acumular a las gentes de izquierdas que no se identifican con la política vendida de CCOO y UGT?

¿Hemos avanzado en nuestro proceso soberanista o por el contrario nos hemos alejado de aquellas personas que desde una perspectiva de izquierdas se pueden sumar a esta apuesta?

¿Con qué legitimidad vamos a interpelar en la próxima huelga a las bases de UGT y CCOO para que se sumen a una huelga como hicimos el pasado 26-S?

¿Los sindicatos alternativos del resto del Estado que han llamado a la huelga (SAT, CSI ...), con los que mantenemos relaciones y no se identifican para nada con CCOO y UGT, han entendido nuestra postura?

Obviamente, mi punto de vista se circunscribe a la zona de Iruñerria, pero cuando oyes a la mayoría de afiliados y simpatizantes de LAB responder con un «¿no jodas?» a la decisión de no convocar huelga el día 14, cuando varios de esas personas se suman a la huelga, cuando una decisión no se entiende en las bases (o al menos en una parte importante de ellas) es que o la decisión es muy buena (y por eso no la entendemos) o se ha metido la pata.

Igual me equivoco, igual el rechazo mayoritario a la no convocatoria solo se ha producido en Iruñerria, pero tengo la impresión de que nos hemos equivocado, de que el árbol no ha dejado ver el bosque y de que debiéramos hacer una profunda reflexión sobre la decisión tomada en torno a la huelga del 14-N.

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