A 180 sobre la mar
A 180, o incluso 200, pulsaciones por minuto en una trainera, las personas nos convertimos en seres primarios, capaces solamente de realizar la tarea para la que tanto tiempo llevamos entrenando desde septiembre.
A ese acelerado ritmo, la tortuosa tortura de lograr transformar el oxígeno en energía se vuelve tan complicado como para un escalador o escaladora gran altitud. Es ahí cuando el remero debe dar lo mejor de sí y demostrar los resultados del frío invierno y las tortuosas horas de ergómetro realizados.
Esta tarea nuevamente se vuelve a complicar cuando las/os otras/os 12 compañeras: os se encuentran en la misma agónica situación, desde el remero de la otra banda hasta el proel. Ahí reside el severo y decisivo principio de este gran deporte: lograr la unión absoluta de 13 personas en condiciones límites para cualquier ser humano.
Es de vital importancia que los 13+1 compañeros y compañeras se hayan unificado para lograr los mejores resultados. Es por ello, que desde el vestuario hasta la txanpa final en la regata, el compañerismo deber ser la base para el fin común: lograr el mejor resultado posible. Por tanto, es de sentido común entender que, todos los remeros y remeras desean el bienestar colectivo de la embarcación, indiferentemente de la casa que sean.
Aupa arrauna! ¡Por una temporada genial a todas las tripulaciones!