Tristemente hace unos días te dije adiós querido amigo.

He recordado todo el cariño y ánimos que nos has dado durante estos años. Los martes la «encartelada del Arriaga» no empezaba hasta que tú no llegabas con los carteles de Senideak o Etxerat... enseguida preguntabas como habíamos visto a «los chavales y a las chavalas» como tu decías, cómo habíamos hecho el viaje etc. y algún «dicho tuyo» que todos sabemos.

Nos has dado cariño, comprensión, ánimos y consejos, a todos los familiares de los presos y presas políticas vascas. Has estado con nosotros hasta que tu organismo ya no resistía más. Cuando tus ayudantes llegaban con los carteles, nos fatabas tú, pero sabíamos que de corazón y pensamiento estabas con nosotros, los familiares de tus queridos presos.

Mila esker... gracias... siempre estarás con nosotros y muy especialmente cono los corazones de nuestra familia, Urizar de Paz sendia.

Agur eta ohore lagun.