Me es obligado el agradecerles el escrito cursado por los legitimistas a las prensas por quienes sirvieron a nuestra Nabarra, víctima del ultraje castellano en 1512, la hoy España (la inexistente) obra de la seudo-Bourbon llanada Isabel II. Aquel, 16 de agosto de 1841, con su Ley Paccionada.

Sus antecesores compraron a Tres Truhanes el pergamino con la firma falseada del Rey Don Carlos II de Habsburgo-Habsburgo, lo vilmente ocultado a la ciudadanía española de dicho entramado histórico que sigue vigente en nuestros días.

Aclarando mi humillante retirada, la obligada por el devaneo y ninguneo por los caballeros lacayos al servicio del ocupante (manu militari) Es hoy cuando veo mi gran error de no atender los consejos de mi señor padre (errar es de humanos, rectificar, de sabios). Hoy ignoro mis títulos y con ello ahora vivo sin preocupaciones ni obligaciones, al final se verá quien ríe el último.

Yo a fin de cuentas tengo mi vida resuelta, tan solo a la espera me llegue el final como a todo ser humano, dado que nadie se libra, hoy con orgullo de no haber rendido vasallaje, ni al dictador ni al impostor de Bourbon que este nos impuso en 1969, como igualmente a su Sacrosanta Constitución de 1978, eso para quienes se lo crean.

Mi consejo a las nuevas generaciones, primeramente despierten, caro dice el lema «camaleón que se duerme la corriente le arrastran» si esto no hacen, que no esperen un futuro esperanzador, que se obvie el uso de la violencia, dado la misma se les volverá en otra, todo está dicho: Salud y Venturas venideras a todos y a todas.

PD. Mi DNI del Ministerio de Gobernación le dieron seis cifras. Hoy el Ministerio de Interior mantiene las seis cifras añadiendo dos ceros democráticos a la izquierda, o sea, toda una vida controlado.