José Luis Úriz Iglesias | Villava-Atarrabia

Agradecimiento al Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea

A menudo la actividad de los servicios públicos viene siendo objeto de críticas y vapuleos varios. No va a ser este el caso de lo que viene a continuación.

He tenido ingresado a mi padre, Luis María Úriz Aizcorbe, durante una semana en la planta sexta de la residencia Virgen del Camino de Pamplona.

Por diversas circunstancias que no viene al caso he pasado allí cada día entre 12 y 15 horas, de 7.30 de la mañana a 22.30 de la noche, por lo que he tenido oportunidad de vivir en primera persona todo lo que ocurría, desde la atención médica de enfermeras, auxiliares de enfermería y médicos, hasta el servicio de limpieza o los desayunos, comidas, meriendas y cenas.

Debo decir que me ha impresionado la calidad de todo ello, en lo profesional y especialmente en lo humano.

El trato ha sido impecable, lo que me indica que el reciente estudio que se publicó situando nuestra sanidad en segundo lugar del Estado por detrás de la CAV, es rigurosamente cierto.

Por todo ello quiero desde estas líneas felicitar a todo el personal de esa planta sexta. Ojalá no tenga que volver, pero desde luego me llevo un grato recuerdo a pesar de las circunstancias atravesadas.

No sólo felicitarles, también agradecerles de corazón por como han tratado a mi padre, con qué cariño, esmero, incluso mimo, incluso en momentos difíciles pasados.

Gracias servicios de limpieza, celadores, enfermeras y auxiliares de enfermería, médicos, e incluso aunque no los vi gracias  trabajadores de la cocina.

Tenía una deuda con vosotras y vosotros que no pagaré con este escrito pero al menos que quede constancia de ello.

Gracias, gracias, gracias…

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