Andres Otxendorena, Patxi Urrutia y Felix Prieto

Agur Progreso

Discretamente y sin hacer ruido se nos ha ido Progreso. Nacido en Sartaguda, «el pueblo de las viudas», desde su niñez tuvo que vivir una infancia de dolor y sufrimiento. Hasta 12 miembros de su familia fueron asesinados por los fascistas, entre ellos su abuelo, alcalde del pueblo y su padre, que cometió el terrible delito de llamar a su hijo Progreso. Era una referencia entre los pocos hijos de los asesinados que van quedando.

A pesar de todo lo que le hicieron pasar, Progreso nunca se escondió. Peleo sin tregua, hizo frente a la Guardia Civil reivindicando la república y la libertad. Testimonio de la memoria histórica en Sartaguda siempre le hemos encontrado en primera fila. Con un grupo de gente del pueblo, allí que se fueron a recuperar los cadáveres de los suyos hasta Zaragoza.

Impulsor de cuantos proyectos se han creado en su pueblo, como el Parque de la Memoria, también fue durante una legislatura concejal por Herri Batasuna. No volveremos a verle ningún 14 de abril más, vestido de traje y corbata, elegante como él era y con una ikurriña gigante en un hombro y una republicana en el otro.

Este año tuvimos la oportunidad de saludarle todavía. Pudo estar en la presentación de la candidatura de EH Bildu al Ayuntamiento, orgulloso de la juventud que se incorporaba, en el homenaje a los asesinados en el cementerio y en el acto del Parque de la Memoria. No ha podido llegar a la cita que tenia apuntada en su agenda, para el jueves dos de mayo. La asamblea de Sasoia-pensionistak de Sartaguda se quedará resentida.

El testimonio de su vida es el mejor regalo que nos ha podido dejar. Ha dejado a su paso tanta dignidad que nos sentimos orgullosos de haber sido amigos suyos.

Mila esker Progreso. Hartu atseden.

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