Javier Madrazo Lavín

Antonio Álvarez-Solís

Se ha ido un hermano, un amigo, una persona buena y muy inteligente. Antonio Álvarez-Solís. Un ser muy especial. El domingo de madrugada falleció. Al mediodía hablé con él. Presentía el final. Me queda el consuelo de decirle que le quería mucho. Y él también me lo dijo. Sus análisis tenían una lucidez y una profundidad increíbles. Me dijo que estábamos en un fin de época y ante un cambio de paradigma. Un periodista de raza. Una trayectoria profesional insuperable. Una cultura inmensa. De muy buen talante. Una persona muy de izquierdas y republicano.

Quería mucho a Euskadi. Y la gente a él. Aunque en los últimos tiempos el poder político de nuestro país no le tratara como se merecía.

Muchas gracias a GARA por darle ese espacio que le ha mantenido intacta la ilusión por vivir.

Muchas gracias a Ana por cuidarle y mimarle hasta el último suspiro.

Antonio era una persona profundamente creyente. Ahora ya está descansando allí. En manos del Dios bueno. Del Dios Padre-Madre. Seguro que le ha preparado una morada especial.

Querido amigo, te voy a echar mucho de menos. Dejas un vacío muy grande. Sigue acompañándonos e intercediendo por nosotros. Gracias por haberte conocido y por haber compartido tanto contigo. Dejas un gran legado. Intentaré preservarlo. Goian bego.

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