Hay servicios fundamentales que jamás debieran ser entregados a la iniciativa privada y en el caso de la Comunidad Foral de Navarra menos.

El Opus Dei se estableció en la CFN a finales de los años 50 y lo hizo bajo el paraguas del franquismo político y religioso de la mano de Enrique Delgado Gómez y Laureano López Rodó de ambas caras del franquismo empezó su andadura en la CFN.

Un ayuntamiento franquista liderado por Urmeneta fue el que donó los actuales terrenos que hoy ocupan la Universidad de Navarra y la Clínica Universitaria y sobre esos terrenos han construido, con subvenciones y con donaciones que disponían de importantes ventajas fiscales para los donantes sus actuales «posesiones». Del mismo modo fue Felix Huarte otro de los promotores de ese engendro.

En la UN los estudiantes navarros podían estudiar, si superaban las pruebas ideológicas impuestas, y en muchos de los casos con becas pagadas por la Diputación Foral, también franquista.

Cada metro cuadrado de los que utilizan tanto UN como la Clínica, cada aparato de tecnología punta que tienen han sido adquiridos con el mismo método, subvenciones públicas más donaciones privadas con amplias ventajas fiscales.

Se debe tener en cuenta que una donación privada con ventajas fiscales es una parte de dinero público que no llega a las arcas forales.

Los sucesivos gobiernos de la CFN, los franquistas y los posfranquistas han estado impidiendo, hasta no hace mucho, que se instalara una Universidad Pública en Navarra, para mantener la exclusividad del negocio ideológico de esa parte de la secta católica llamada Opus Dei.