Brita Almagia

¿Delicuentes a pedales?

Prácticamente a diario, cruzo el Puente Colgante con mi bicicleta para dirigirme a mi puesto de trabajo en Sestao. Podría ir en coche, lo que sería más cómodo pero también mucho más contaminante; podría ir en transporte público, pero a esa hora punta y con los niveles de contagio que hay, no me parece muy seguro.

Como yo, me encuentro con algunos ciclistas que, desde Getxo y Portugalete, van a diferentes puntos de la margen izquierda: Sestao, Barakaldo, etc. La ruta que seguimos es el muelle de Churruca, el paseo de la Canilla, la Benedicta y posteriormente por carretera. La Benedicta es una calle peatonal, pero apenas hay alternativa: la otra opción es subir por cuestas con mucha pendiente y lidiar con el tráfico de una carretera muy peligrosa.

La semana pasada, la Policía Municipal de Portugalete me paró, me hicieron bajar de la bici y hacer todo el trayecto a pie.

En este país se nos llena la boca hablando de fomentar el medio ambiente, de abogar por la bici como medio de transporte sostenible y seguro a nivel sanitario... pero a la hora de la verdad, todo son dificultades para quien quiere desplazarse sobre dos ruedas.

Peatones y ciclistas podemos y debemos compartir calles con seguridad, mientras no haya una red alternativa de bidegorris eficaces.

El paseo la Benedicta tiene una anchura suficiente como para reservar un espacio-carril para las bicicletas. Desde aquí, pido al Ayuntamiento de Portugalete que ponga los medios necesarios para facilitar el tránsito a los ciclistas. Por favor, no nos hagan sentir como delincuentes sólo por querer ir a trabajar pedaleando. No nos obliguen a regresar al coche.

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