Maria Olga Santisteban Otegui | Zalla (Bizkaia)

El «45» disparate

Cuando este pasado viernes 20 de enero el electo presidente Donald John Trump tomó posesión como 45 presidente de la que dice ser la primera potencia mundial, se habrá «consumado» lo que muchos (ni en sus peores pesadillas) pensaron que podía llegar a ocurrir. Ya pase que un personaje zafio, y hasta algo «vulgar», haya podido alcanzar la máxima magistratura de su país, pero lo que realmente preocupa, asusta y crea todo una «incertidumbre» no solo entre sus propios compatriotas (a los que les pueda quedar dos dedos de frente) ante sus propuestas en la campaña electoral, véase construcción de muros, desprecio a las minorías, a las mujeres, sus ademanes «chulescos» con la prensa que no le es propicia y así un larguísimo etc.

En el plano internacional sus propuestas poco tranquilizan a la Union Europea: amigo de los ultra y de los que desertan de ella… en fin toda una «preocupante» incógnita. Se ha rodeado de una serie de «incondicionales» colaboradores (de cada casa el mejor) para sus labores de gobierno. Empezando por su vicepresidente: Mike Pence de férreas ideas conservadoras (anti abortista contrario a los matrimonios homosexuales) así como de negacionistas del cambio climático a firmes partidarios de proteger la educación «privada» más aun si cabe, detractores de las vacunaciones infantiles (¡estas crean autismo!) retrocesos para la ciencia (contrarios a la investigación con células madre) y ¡como no! (defensa a ultranza de las armas). Como ven de lo «mejorcito». Solo queda, les queda, a los estadunidenses y quizá al resto del mundo invocar a ese: God Bless America (Dios bendiga America) al que son tan dados a mencionar, para «contener» ese 45 disparate.

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