Quien fuera presidente de Uruguay, este ejemplar político ha expresado su opinión sobre la misión fundamental de las fuerzas armadas en los Estados: «Los militares son como las gallinas, están hechos para poner huevos». A pesar del ingenio y agudeza de su cultura y humanismo, lamentablemente se equivoca al enjuiciar a quienes conoció bien por haberse pasado 12 años  encarcelado, vigilado por ellos en régimen de aislamiento. Realmente están para derrocar regímenes democráticos, apoyar golpes de Estado y mantener a dictadores. En estos momentos sirven para liquidar a la población palestina, en especial a mujeres y niños en el genocidio de Gaza que el Tzahal sionista que dirige "Bibi” Netanyahu que está bombardeando hospitales, escuelas, servicios públicos esenciales y destruyendo viviendas e infraestructuras para apropiarse de Palestina y borrar su acusadora existencia.

También ponen huevos los militares rusos que han invadido Ucrania, los de la OTAN que les  proveen de armamento y munición para dar salida a los excedentes acumulados y renueven los arsenales para que a  los fabricantes de armamento se les llene la boca diciendo que crean  empleo, los militares vivan gozosos jugando a la guerra con sus insaciables ejércitos y los  accionistas de sus imperios destructivos obtengan beneficios. A pesar de la retórica cáustica de  Pepe Mújica, los antibelicistas prefieren que los militares se limitaran a competir con las gallinas ponedoras, pues es menos destructivo que pasen el tiempo en sus Salas de Banderas jugando al subastado o a la garrafina y conspirando para dar golpes de Estado o enviando misiones armadas a lugares lejanos para dar lecciones de democracia a los pueblos invadidos y  del manejo de las armas que les venden para asegurarse el suministro de materias primas procedentes de los países a los que van a «civilizar». «Lo inútil es útil, pero no sirve para nada», el cínico dixit.