Ana Reparaz

El mundo vegano que nos espera

Ayer fui a comer con una amiga que es vegana desde hace poco más de un año y me recomendó que probara unas pechugas de carne de soja que simulan unas pechugas de pollo. Tengo que decir que a priori parecen iguales, pero desgraciadamente no tienen nada que ver. La textura es blanda a la vez que densa, por no comentar el intenso sabor a soja que todavía se mantiene en mi paladar.

El Ministerio de Consumo lleva tiempo advirtiendo de la necesidad de reducir el uso de productos de origen animal y aumentar significativamente los de origen vegetal para reducir el impacto medioambiental. Yo, la verdad es que no me imagino toda una vida comiendo gelatina, heura y tofu con forma de huevo, carne y pollo, pero parece ser que tampoco va a quedar otra opción.

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