Con el líder Pablo Casado todo el mundo creía que entrábamos en un nuevo Partido Popular, resulta que es peor que el anterior. La mayor metedura de pata, la han creado por la elección del Consejo General del Poder Judicial. Casado tuvo una buena oportunidad para salir del pasado, se unieron al PSOE como siempre, y organizaron una más gorda, el reparto de los puestos entre magistrados entre conservadores, ahuyentándose de los progresistas.

Están pendientes los Presupuestos Generales del Estado que van a necesitar los ciudadanos, Casado ni se ha planteado, parece que lo que quería era que Pedro Sánchez no acierte, y convoque elecciones. La intención de Casado es que en este engendro es beneficioso para los partidos políticos. Como siempre son los dos partidos quienes eligen y de esa «forma controlan a la justicia», y eso mismo confirma los mensajes que envía Ignacio Cosidó a sus senadores. Y esa misma justicia es la que investiga los casos de corrupción que les afectan. Con todos los casos sucedidos el Juez Manuel Marchena ha dado un portazo a la oferta de presidir el Poder Judicial.

Casado hace los mismos tics que los miembros del PP con sus escándalos variados. Cosidó, portavoz del PP. en el Senado, jactándose que ha conseguido «el control judicial». Cosidó es otra «víctima». Casado ha heredado escándalos del pasado y tiene que solventarlos en el presente, posible otro «caído»… En cuanto a la «refundación del PP», no se arregla con el cambio de unas caras.

Salud y República.