Sobre estas líneas, y haciendo honor al derecho de opinión libre consagrado en el Capítulo II, Sección Primera, art. 20 de la Carta Magna, quiero manifestar mi profundo malestar para/con el Ayuntamiento del Valle de Trapaga por su incapacidad y nula voluntad en decidir equitativamente asuntos de su estricta competencia dado que, entre sus atribuciones, no está solamente el de gestionar la cosa pública y hacer frente a las diferentes contingencias que en su ámbito competencial se aviniesen sino también la de tomar decisiones en tiempo y con determinación buscando siempre el bien común y el interés por la justicia en detrimento de los que se arrogan para sí ciertos derechos naturales en contraposición al interés general.

El Área de Urbanismo de este ente administrativo, y su alta representante, Dña. Ainhoa Santisteban, no solo dilatan en el tiempo denuncias fundamentadas y con base reglamentaria sino que hacen uso abusivo del olvido tras una orquestada dilatación en el tiempo para que las infracciones y obras clandestinas que se cometen queden impunes. La arriba citada se niega a sancionar las denuncias que le llegan para desesperación de los vecinos denunciantes. Aparte de otras áreas inoperantes, la de Urbanismo, en concreto, además, hace gala de no sancionar aunque las pruebas que obren en su haber sean flagrantes. Tal cúmulo de despropósitos y la negativa consciente en sancionar a los infractores potenciales dejan al municipio sin el aprovechamiento de sus recursos para beneficio del bien común. Desgraciadamente hay vecinos que roban suelo comunal, otros que hacen un uso ilegítimo del mismo, y el ayuntamiento presidido por Xabier Cuellar mira hacia otro lado como si el asunto no fuera con él.

Los que denunciamos la ausencia de gobierno en este término municipal no somos tratados con la suficiente y necesaria profesionalidad por los políticos que nos gobiernan.