En este mundo globalizado las imágenes que emiten las instituciones europeas, deben pasar por todos los controles para que se puedan consumir. Los rituales se van recuperando con los besamanos entre los políticos comunitarios, junto con las sonrisas correspondientes. Poco a poco vuelven los besuqueos, para hacernos creer que los virus, ya han desaparecido y todo vuelve a ser jauja. Como estamos en guerra y se implementan unas medidas económicas contra el enemigo, que han escogido una serie de líderes sin consultar a sus representados sin dar explicaciones pormenorizadas con las respectivas posibilidades alternativas. ¿En cuánto se incrementará el costo de la energía, debido a este capricho de nuestros políticos? ¿Cómo repercutirá en la cesta de la compra? ¿Qué aumento de la huella ecológica representará la sustitución energética? ¿Pueden asegurar que los diferentes suministros no tendrán ninguna restricción? ¿Quién pagará el sobrecosto que va directamente a las espaldas de la ciudadanía? ¿El aumento presupuestario será a base de reducir las asignaciones sociales, o con incrementos de los impuestos que siempre van a esquilmar a los mismos bolsillos? Todas estas preguntas son políticas, en absoluto partidistas. Estoy esperando que algún gobierno europeo, empiece a contestar todos estos interrogantes y otros muchos. La ampliación de los presupuestos para la guerra, a qué consignaciones afectará este incremento, con la correspondiente disminución en otras. No existe la política, solo fabrican foie gras, a costa de nuestros hígados, por medio de los medios de comunicación y sus malditas ruedas de prensa, que jamás dicen nada más que majaderías. Varoufakis ya escribió que lo que se discute dentro, en nada tiene que ver con lo que después trasciende por los medios de comunicación. ¿Qué necesidad existencial hay para organizar esta mamarrachada de la OTAN, que nos van a robar 37 millones de euros, además de la inmensa externalización de la huella ecológica que generan semejantes individuos miserables? Va siendo hora que se exija saber exactamente lo que están cocinando estos ladrones matarifes, que lo único que consiguen es sembrar miseria, hambre, y tierras esquilmadas por la sequía, junto con los cuerpos sin vida en tierra, y en el mar, por todo el planeta.

Atentamente.