Anjel Pardo

En recuerdo a Jon Idigoras

Jon Idigoras puede resumirse en solidaridad, rebeldía, coraje y carismático entre otras muchas cosas.

Nacido en Amorebieta en el año 1936. años duros donde la hambre y las dificultades económicas estaban a la orden del día de toda la clase obrera del Estado Español.

En ese ambiente le tocó vivir a Jon Idigoras como a otros muchos hombres y mujeres que tuvieron que sufrir las consecuencias del golpe de estado perpetrado por el general Franco y donde aún los restos de ese régimen totalitario aún perduran en nuestro día a día.

Metalúrgico de profesión desde sus catorce años de edad en la empresa izar. Fue allí donde el hijo de Juanita empieza a hacerse un hombre, donde asiste a su primera manifestación por el día del trabajador junto a sus compañeros y donde descubre sus primeras detenciones, las torturas ejercidas hacia su persona donde paliza tras paliza iban pasando por una pequeña sala los detenidos para sacar información. Cosas que no conseguían...
 
Durante muchos años el Estado Español utilizó toda la maquinaria para tener un relato único, donde solamente era visible una cara de la moneda.

Entrevistas como la de Jesús Quintero no debieron de sentar nada bien para ciertos partidos políticos.

Ahí estaba Jon, con la oportunidad brindada para romper ese silencio que durante años se llevaba haciendo al pueblo vasco y donde muchos ciudadanos de otros puntos del Estado Español hemos podido descubrir la otra cara de la moneda.

La que nadie nos quería contar fuera de Euskal Herria bajo el relato único por parte de España.
El 21 de noviembre del año 1989 sería un día clave. Por primera vez se iba a contar con políticos de HB en la sesión de investidura del congreso Español.

No obstante, un hecho trágico sacudía el día 20, justo un día antes de dicha sesión, cuando Jon Idigoras, Íñigo Iruin y José Luis Elkoro fueron presas del terrorismo cuando dos encapuchados abrieron fuego mientras cenaban en el hotel Alcalá.

En los que mataban a Josu Muguruza y herían de gravedad a Iñaki Esnaola. Jon Idigoras resultaría ileso. Este trágico suceso fue reivindicado por los GAL. Estaba claro que la presencia de la izquierda abertzale ponía en apuros el relato único.

En el año 1997 fue encarcelado junto a los miembros de la mesa Nacional de HB. Para el recuerdo quedó su célebre frase: de Zorrotza a Madrid hay la misma distancia que de Madrid a Zorrotza.

Idigoras abandonó la prisión debido a sus problemas de salud que desgraciadamente ya le estaban pasando factura y donde con el tiempo dicho estado de salud iba empeorando.

Acabo falleciendo el día tres de junio del año 2005. Dejando un gran legado y poniendo el título en mayúsculas de histórico de la izquierda abertzale.

En la actualidad su ejemplo aún perdura.

Se apagó su cuerpo, pero quedó marcada en la sociedad su trabajo, su dedicación y como de suele decir, solo muere quien cae en el olvido... Por eso Jon es y será inmortal.

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