El pasado domingo asistimos mas de quinientas personas al concierto que la Federación navarra de Coros organizó en una abarrotada iglesia de los PP. Capuchinos de Carlos III a las 20 horas. En el concierto intervenían conjuntos de la Coral Comarca de Pinares (Burgos), el Coro Juvenil del Auditorio de Zaragoza, Obradoiro Vocal A Vila de Ponteareas (Pontevedra) y con ellos la Coral Oberena. Unas ciento cincuenta voces en las escalinatas del altar que nos deleitaron a pesar de la incomodidad de estar de píe todo el concierto y de la escasa calidad acústica que reune el citado recinto elegido, sin duda, por motivos económicos. Resulta incomprensible y lamentable, después del esfuerzo realizado por la Federación navarra de Coros para traer a tantos integrantes y desde tan lejanos lugares, con el coste que eso supone, que los responsables del Área de Cultura del Ayuntamiento de Pamplona e incluso del Gobierno de Navarra, no presten el apoyo necesario para que el concierto se celebre en un espacio que reuna las condiciones adecuadas a tal fin, como pueden ser el Teatro Gayarre o la Sala de Cámara del Auditorio Baluarte, por ejemplo. Probablemete la Federación cuente con alguna subención de estos entes oficiales, pero a todas luces insuficiente. Siquiera por la imagen que se habrán llevado los coros invitados, que seguro a ellos también les supondrá un esfuerzo venir a cantar a Pamplona, se les debería tratar con mayor deferencia por parte de nuestras instituciones y facilitar que su exhibición se realice en un marco adecuado que les permita desarrollar en mejores condiciones su trabajo y a la vez apreciarlo con mayor comodidad por los asistentes, aunque conlleve un pequeño coste de entrada.