Leo, con estupor y bastante vergüenza que un país, como Arabia Saudí (pesé a su pretendido, «lavado» de imagen, en lo tocante a los derechos de las mujeres) sea la favorita, para presidir un foro de igualdad, en el marco de Naciones Unidas. La carta fundacional de las Naciones Unidas, creo que establece muy claro el respeto primordial a todos los derechos humanos, de todos y cada uno de sus miembros, máxime si aspira a presidir, un foro tan importante, como lo es el que nos ocupa. El historial de «violaciones» de los derechos de las mujeres en el régimen Saudí es más que un secreto a voces, y solo por señalar, destacadas activistas defensoras de los derechos, más elementales, sean perseguidas o encarceladas y con represiones de la libertad de expresión. Solo espero y deseo que esta candidatura no se materialice, no solo por los derechos de las mujeres y niñas saudíes, sino también por todas y cada una de nosotras, para que ese foro de igualdad, que debe representarnos, sea presidido con dignidad, y que no «primen» algún que otro. Oscuro interés.