Me gustan los editoriales de GARA por el tratamiento que se da a los temas, por ese   «hilar fino» y porque introducen matices que enriquecen la reflexión del tema tratado. Por eso la editorial del pasado 30 de noviembre “La renta incondicional, un debate enriquecedor” me creó desasosiego y enfado porque, su contenido, contrariamente al titular del mismo, me pareció farragoso y con intención de distorsionar el planteamiento de la Renta Básica Incondicional (RBI).

Asimismo la pregunta en letra grande y negrita «¿12.577 euros anuales solo por nacer y sin condiciones?», que se hacía en la interesante entrevista a Julen Bollain, me pareció claramente tendenciosa. ¿Las personas más ricas de Gasteiz pueden acudir a la sanidad y enseñanza públicas? Claro; porque son derechos universales.

Además de ser lectora y socia del proyecto GARA, participo activamente para que la RBI se convierta en un derecho universal para que, como plantea Julen Bollain, el 80% de las gentes de este país se beneficien de esta herramienta que, sin ninguna duda, hará que su vida sea más digna.