Querría exponer la mala gestión que se está llevando en la Residencia Miranda de Barakaldo, y que tiene consecuencias de tres tipos:

De atención a los residentes. La atención a los residentes ha empeorado en los últimos años. Como ejemplo, la presencia de úlceras de presión, úlceras que se pueden (y deben) prevenir con la sencilla solución de cambios posturales.

De personal. Hay falta de personal de atención directa, sobre todo por las noches. Y qué decir de los recientes despidos, de trabajadores veteranos y muy queridos por los residentes, alguno de los cuales se mostró crítico en varias ocasiones con decisiones de la gerencia, lo que ha causado estos días una gran conmoción.

Económicas. En los últimos dos años, la subida de tarifas ha sido brutal, en la actualidad las cuotas son de 3.150 euros en habitación individual, siendo la tercera residencia más cara de Bizkaia. Y a pesar de ello, ha pasado de tener cuentas equilibradas a finales de 2016, a tener cada vez más pérdidas, unos 200.000 euros en 2017.

¿Qué está pasando? ¿A dónde va el dinero? Urge una solución.