Enric Vivanco Fontquerni | Barcelona

Guerras

El resumen más fiable y veraz de la historia de la humanidad es el camino empedrado de cadáveres inútiles y absurdos que se tiene la desvergüenza de periódicamente hacer conmemoraciones de los mismos, por medio de los uniformes que ahogan el entendimiento y la ética. Las comunidades imaginadas de Benedict Anderson, se puede trasladar a los muros que las minorías espabiladas, ponen para que la ciudadanía decente que es la inmensa mayoría, no puedan participar, en su vida, que está en venta por cualquier guerra criminal, con excusas estas sí que son inventadas, ya que la lista conocida y comprobada es interminable. El señor António Guterres enfoca muy mal el plano teórico, la guerra fría murió con la caída en Europa de los países comunistas, ahora el mundo es multipolar, cualquier potencia media, o grupo armado puede matar a millones de seres humanos, cosa que en toda la historia de la humanidad era imposible por mucho que se empeñasen. Los humanos siempre han estado apartados y sigue siendo realidad, los seres humanos mentalmente sanos no quieren ni han querido nunca las guerras, porque son las únicas víctimas. Las personas en su conjunto han sido y son un estorbo, se las aparta sin miramientos a través de entramados legislativos injustos, y aristocráticos. Voto censitario, leyes electorales que penalizaban a los pobres que eran la mayoría de la población, expulsión de las mujeres, al considerarlas incapaces de saber lo que les convenía, sigue existiendo un abanico de exotismo rocambolesco para cercenar la voluntad de la masas que quieren la paz. Las guerras se empiezan pero nunca se podido controlar su fin. Observen ahora los estados que están bombardeando a la población, a miles de kilómetros y que cada uno tiene una ley electoral diferente, para controlar la voluntad de sus ciudadanos, esto no es democracia es la dictadura del cementerio, ya que los que deciden vivirán tan tranquilos como si nada, ya que carecen de conciencia. 

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