La alianza acrítica de los liberales y los denominados progresistas y partidos de izquierda con la inmigración unida a la mundialización, requiere un cambio de paradigma, ya que el insulto y el infundio no va a solucionar el movimiento de personas por diferentes motivos, el objetivo principal es que se pueda desarrollar de forma que no provoque sensaciones de incomodidad por ambas partes. Los ciudadanos saben perfectamente que el filántropo señor Soros, su discurso de sociedad abierta, beneficia a los especuladores como él, y recuerdan la afirmación de Roosevelt: La libertad de una democracia no está asegurada si el pueblo tolera que el poder privado crezca hasta tal punto que se vuelve más fuerte que el propio Estado democrático. La desregulación hace saltar los diques edificados para contener el poder económico. Si se es incapaz de ver lo que está pasando gracias a estos filántropos que ahogan la libertad y se hace una alianza con ellos por medio de insultos y de injurias, es mejor que la izquierda desaparezca. Los movimientos poblacionales debido a las guerras, al cambio climático, a los gobiernos ladrones y antidemocráticos, que yo sepa Hungría, no es el culpable mayor de todas estas injusticias, y sus votantes lo saben perfectamente. Los grandes damnificados de los movimientos poblacionales son los Estados más pobres y la lista es suficientemente conocida. La vida es corta como para que te compliquen aún más tus posibilidades de supervivencia. Una sociedad abierta como la que están imponiendo estos personajes, da como resultado señores de Podemos y similares, que la crisis griega enseña que la asimilación del Estado a una empresa puede conducir a la ruina de la democracia. En vez de insultar, tal vez sería necesario invertir más tiempo en lecturas y en reflexión, para poder hacer análisis más ajustados y menos maniqueos.