Increíble pero cierto
Érase una vez una conductora de bus de largo recorrido, de Francia a Portugal, que, al llegar a destino y cambiar de conductor, se percató de que el otro conductor estaba borracho. Llamó a su compañía avisando de lo que ocurría y le contestaron, «gracias por avisar, cuando llegue ya hablaremos con él». Ella, al oír eso y ver que no iban a hacer nada, ni traer a otro conductor, y pensando lo primero en la seguridad de la gente (no iba a dejar que el conductor fuese trescientos kilómetros así y arriesgar la vida de esas personas), llamó a la Policía. Esta paró al conductor, y resultó que no sólo tenía alcohol, sino también drogas, y la compañía, en lugar de agradecer a esa conductora, por pensar primero en la seguridad de la gente, la despidió.
Esto no es un cuento, es una realidad que ha pasado aquí. Increíble pero cierto.