Sublime el reportaje publicado sobre la antigua Churrería Mendoza, aderezado con las fotos de ese historiador-fotógrafo que es José Javier Zatarain, poseedor seguramente del archivo fotográfico más importante de la comarca de Buruntzaldea y colindancias.

El trabajo aludido no es que me haya subyugado, me ha emocionado, porque me ha retrotraído a mi niñez y adolescencia, cuando, primero en un Renault 4/4 y después en un Renault 10, junto a mis difuntos padres y mis hermanas realizábamos el trayecto de Ordizia a Donostia, ida y vuelta, para, entre otras cosas, animar a la Real de los Esnaola, Artola, Corcuera, Mendiluze, «el profe», que en paz descanse, etc.

Incluso en alguna ocasión paramos allí a comprar churros, por cierto, exquisitos.

Acabo: Gracias a todos por la impagable, entrañable y nostálgica tarea realizada.

Posdata: esta es la carta definitiva, ya que la primera que les remití contiene varios errores. Disculpen las molestias y muy agradecido por el exquisito trato que me dispensan habitualmente.