Javier Orcajada del Castillo, Bilbao

¿La Ertzaintza nos protege o vigila?

Tiene la ventaja de poder copiar la experiencia de sus primos− hermanos, la Guardia Civil y la Policía Nacional a la hora de «solucionar marrones» fruto de la ignorancia, de pensar poco y de la tolerancia y protección de sus mandos y jueces que les sacan las castañas del fuego cuando las sentencias a presos vascos son revocadas en Europa donde es la ley el valor que impera. El desconfiado consejero Zupiria no da abasto ante tantas denuncias de irregularidades de su incontrolada tropa, porque ignora que su misión es solucionar sus hazañas guerreras a pesar de la evidencia de su brutalidad que denuncian algunos medios las versiones grotescas que se inventa la Consejería de Seguridad. Recientemente, un juez ha imputado a la Ertzaintza por vigilar ilegalmente a varias personas y el Consejero ha manifestado que ignora el caso. Los sindicatos policiales están crecidos ante su pasividad y logran ventajas laborales que son la envidia de otras policías, convocando huelgas salvajes. A pesar de que son insaciables. Zupiria alardea de que la Ertzaintza es la joya de la corona del Estatuto Vasco, cuando realmente el orden público se impone desde Madrid, aunque bajo el control férreo de los jueces, que son quienes realmente gobiernan en Euskadi. Los sindicatos policiales en su delirio plantean ampliar desde los 7.200 agentes activos hasta los ocho mil, límite según el Estatuto. Euskadi tiene el triste récord del mayor índice policial de Europa, porque la violencia era la disculpa, aunque ETA se ha disuelto hace trece años. Ahora, el dócil Zupiria sigue con el juego y plantea aumentar hasta 9.000 la platilla, con la reiteración de Madrid de que las FSE acantonadas seguirán garantizando la soberanía española en Euskal Herria.


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