La escultura de Santa Clara
Las esculturas del Peine del Viento se ven, están al aire libre, expuestas a la mirada de todo el mundo. La escultura de Oteiza del Paseo Nuevo se ve también desde lejos, es grande, metálica, está a la vista, es accesible, se puede tocar, se puede pasar por debajo. Su vacío es tan importante como su sólido. Las dos obras se incorporan al paisaje. Tienen volumen y presencia. Cumplen con su objeto de obra de arte.
La cosa denominada escultura que han instalado en Santa Clara no se ve. Está hundida en el suelo, oculta por un edificio, en una elevación del terreno, en una isla, a la que hay que ir expresamente, no se puede tocar, se debe pagar por la embarcación, por su visita.
A lo mejor es un nuevo concepto. Millones de euros escondidos. La ocultación, Se han publicado libros, folletos, revistas, suplementos, artículos, toneladas de papel al respecto.
Dicen que está ahí.
Arte y desarte en la ínsula. Mundo líquido.