Enrique Vivanco Fontquerni

La estafa de TV3

Recuerdo como muy próximo la recogida de firmas que se hacía dentro del espectro catalanoparlante, a finales de los 70 del siglo pasado, para la creación de una televisión pública, cuyo idioma fuese el original del Principat. La movilización llegaba hasta en las bodas, con recogidas de firmas por parte de los comensales. Llegó el día que tuve la oportunidad de poner mi consentimiento para colaborar en este proyecto. La juventud te permite tener reflejos instantáneos. En el momento que observé, que rubricaba un militar franquista, hasta los tuétanos, para la creación de TV3, al llegar mi turno dije que a mí no forzaba nadie para dar la aprobación. Por supuesto que en casa la bronca por parte de mis padres fue monumental. El orgullo es la lacra de la humanidad, por esto estoy la mar de contento de no haber colaborado en la creación de TV3, y en la joya de la corona al votar no, a esta cosa que le llaman Constitución. El resucitado Pujol, mencionaba que TV3, era la herramienta para poder potenciar el idioma indígena. La televisión pública del Principat, siempre ha sustentado dos principios fundamentales: la censura, y defender la ideología populista liberal, en todo su espectro nacional, e internacional. TV3 tiene dos problemas irresolubles para ser un medio de comunicación libre, la censura por parte de los partidos políticos, que la controlan por medio un organismo, y la de los patrocinadores que ponen el dinero. Así que es imposible que haya una millonésima de libertad, y de verdad, que por supuesto existe. Como cualquier ser vivo ha habido años más soportables que otros. En la actualidad es una tortura gigantesca, por la infamia de toda la página editorial que se emite por toda la parrilla. No merece la pena de señalar las últimas censuras con expulsiones instantáneas de periodistas que utilizan el humor y la sátira. Ya se sabe que en el Vaticano, desconocen lo que es el humor, ya que es su propia existencia. Cada vez más los colaboradores, y entrevistados, como ha señalado la presidenta, de todo este entramado, busca la excelencia y cómo es fácil suponer en los colonizados es un bien escaso. Jamás se repite con tanta insistencia el nombre de España, se abandona el catalán, se habla constantemente de la borbonía con toda la corte, y los mamarrachos que viven de contar falsedades de su triste existencia. Por supuesto que quedaría muy bien mencionar que no conecto con TV3, y lo sustituyo leyendo poesía. No es mi caso, me drogo con las series turcas, y estoy la mar de feliz.

Atentamente.

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